Surcando una carretera que nos conducía hacia el norte, por estas fechas, hace no sé cuántos años, en mitad de un páramo desolado de escarcha y niebla, emergió un edificio pletórico de multicolores neones relampagueantes presidido por un rótulo inolv [+]
De repente, creímos dar el salto que nos trasladaba desde la juventud loca al acomodo de los 30 años acompañado de unas ganancias golosonas. Y entonces nos tornamos finos, delicados. Renunciamos a la litrona, al botellón, al cubata de garrafa, con lo [+]
Cuando alguien habla en el nombre del pueblo me atrapa la tiritona, el telele, el flato, el miedito, la tos, el tartamudeo, la hiperventilación. Que alguien sea capaz de sentir y de expresar sin rubor lo que exige el pueblo, lo que necesita todo el p [+]
Me aburre el lujo que mana de un deportivo rutilante de motor anabolizado y carrocería delicada. Me espanta el lujo de un peluco carísimo cargado de la pompa de la pedrería, de un yate que navega como una gabarra gobernada por un marinero de agua dul [+]
En los westerns clásicos de justicia expeditiva dictada por aquel bronco juez Roy Bean que dominaba el cotarro al oeste del Pecos, al cuatrero le ahorcaban mediante una soga que deslizaban en derredor de la recia rama de un árbol frondoso. El infeliz [+]
Instalado en tu egoísta burbuja de confort, en el escepticismo que actúa a modo de blindaje ante las barrabasadas ajenas, en la rutina dulzona de tus placeres simplones, inofensivos, nunca imaginaste que las decisiones del Gobierno pudiesen alterar t [+]
SE llamaba madame Laredo. Bajita y rechoncha, lucía aseado moño sobre la testa y hablaba desde una voz algo quebrada empleando parla a lo tangerina Juanita Narboni. El detalle que me impresionaba venía con las deformadas uñas de sus dedos meñiques. P [+]
Nos han radiografiado. Nos han chequeado sin piedad. Saben que vivimos flotando en el algodonoso remolino de nuestra efervescencia egoísta. Saben que la memoria sólo se activa cuando ellos lo deciden y cuando a ellos les interesa. Saben que el person [+]
Esa pareja de guiris sonrosados de edad incierta gastaba aire de besugo despistado y, cuando me abordaron esgrimiendo una dirección escrita en un papel, adopté estampa de merluza congelada para equilibrar el encuentro. En un inglés muy isleño, muy Br [+]
La palabrería política de saldos variados hizo mella en su joven sesera, allá cuando el fragor de la Transición, y picó el anzuelo. Escogió precisamente el recio y demoledor tránsito de una comilona familiar navideña para efectuar, con gran pompa, su [+]
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