...protegido. Según la normativa del Parque Natural del Estrecho está prohibido el estacionamiento durante la noche excepto en los lugares explícitamente autorizados. «No se permite el estacionamiento desde el ocaso hasta la salida del sol de cualquier tipo [+]
...lavado las canas subitáneas, medito más despacio. ¿Acaso no es siempre cercana una tragedia? Cuando el fuego devora un cahíz, ese perfume de ocaso entra por cualquier ventana y todas las sábanas amanecen llovidas de ceniza. Una arboleda quemada es una [+]
...como si fueran ocas de engorde para la Selectividad. Aquí se estudiaría a Virgilio y el campo, geometría, a Sor Juana Inés de la Cruz, a Quevedo y a Cervantes. Se leería el Quijote en el único castellano ?universal? en el que está escrito a la edad que [+]
...ponían las esperanza en unos medios aéreos que tuvieron que dejar las labores con el ocaso sin haber contralado las llamas. Los fantasmas de un gran incendio en Málaga sobrevuelan Sierra Bermeja, el Valle del Genal y la Serranía de Ronda. Sobre las 15 [+]
...piensa en dorados palacios, en canales, en puentes, en piedras, en hierros, en maderas, en mármoles, en penumbras, en ocasos. En Visconti. Porque dice usted Sevilla y piensa en derribos, y en derribos, y en derribos, y en derribos, y en derribos y en [+]
...su cucurbitácea favorita, el pepino. Y es que al parecer no había ningún día del año en el que este alimento no estuviese presente en la mesa imperial. Pero todo tiene su fin. El ocaso de este mineral llegó a finales del siglo II d. de C, cuando se [+]
.50 no son nada recatados si pueden planear de seguido, el propio diseño de estos barcos esta concebido para ser muy rápidos en rumbos abiertos, al igual que los IMOCA 60. Aunque hasta el anochecer no tendrán mucho viento, con la llegada del ocaso a [+]
...tienda del Real Madrid lucía abierta, y con algo de actividad. En la puerta de la embajada azulgrana un cartel excusaba el motivo del cierre. No era el luto por el ocaso de Messi, sino la pandemia. [+]
Dolor y gloria narra los reencuentros de Salvador Mallo, un director de cine en su ocaso. Algunos de los encuentros son reales, otros recordados: su infancia en los años 60, cuando emigró con sus padres a Paterna, un pueblo de Valencia en busca ... construcción personal, artística y emocional del niño (el desmayo de Mallo como un presentimiento erótico), la luz y la autenticidad que arrojan, es lo mejor de esta esponjosa película, junto a los momentos del director adulto con el ocaso de su madre, ya [+]
Francisco Brines. Yo al menos le debo títulos decisivos en mi vida como Ocaso en Poley de Vicente Núñez o El otro sueño de Luis Alberto de Cuenca. Eso no tiene precio. Ahora han salido ?Christina viene con fuerza? los dos primeros tomos de una gloriosa [+]
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