ENRIQUE ORTEGO Enviado especial a Kaiserlautern/El fútbol italiano vive instalado en el escándalo. Porque así debe considerarse lo sucedido ayer en el Fritz Walter stadion, y, desgraciadamente, un árbitro español está por medio. Se equivocó Medina Cantalejo. Esa acción no es penalti. Y lo peor es que estaba cerca y un hombre de su experiencia no puede dejarse engañar por la caída de un jugador en la prolongación de un partido y más si éste es italiano. Y que no se moleste nadie, pero los azurri son maestros en la artes dramáticas.
