Sanlúcar
El Rincón del Abuelo, un mosto de visita obligada en el Barrio Alto
Cerrado dos años por la pandemia, Ana Rodríguez vuelve a abrir este local con sus guisos y el mosto como protagonistas
Ana Rodríguez acudía, hace años, al mosto de su abuelo como una cliente más, dispuesta a divertirse con sus amigos y familia. Nunca pensó que, con el tiempo, ella misma sería quien llevaría las riendas del negocio. Eso sí, en otra ubicación. Hace siete años, abrió El Rincón del Abuelo en el número 34 de la calle Borregueros , en Sanlúcar, donde tiene la ayuda de su hermano y su marido sirviendo las mesas y en la barra, Julio y Jesús respectivamente, y su tía Mila en la cocina.
En el mosto de su abuelo, tanto la uva como la producción se hacían allí mismo. Ahora, dice Ana, “ la uva sigue siendo la nuestra , de un campo que tiene mi familia, pero el mosto lo hacemos ya en la cooperativa porque nosotros no tenemos infraestructuras para hacerlo”.
El Rincón del Abuelo que ahora regenta está ubicada en la que fue casa, precisamente, de su abuelo. “Aquí se crio mi padre. Teníamos una parte y le compramos la otra a mi tía para montar el mosto. Yo, en un principio, no tenía intención de entrar en este negocio porque nunca he tenido que ver con la hostelería. Pero aquí estoy, siete años después, muy contenta”, afirma con una sonrisa.
Durante el puente de la Constitución y la Inmaculada, El Rincón del Abuelo ha abierto todos los días, pero habitualmente solo lo hace viernes, sábado y domingo, entre los meses de octubre y febrero. Tanto su tía como ella, tienen otra ocupación laboral, así que las tardes las dedican a producir en cocina, al tener flexibilidad horaria en sus trabajos. “Mi tía es la que cocina”, comenta Ana, añadiendo que “yo le ayudo en muchas cosas y poco a poco voy aprendiendo de ella. Las cabrillas me salen muy buenas”.
Además de las cabrillas, en El Rincón del Abuelo se sirven guisos, sin duda muy adecuados para las temperaturas invernales o los días lluviosos, como ha sido el caso de muchos de las jornadas del puente. Menudo, berzas, carne con tomate y sopa de tomate son algunos de ellos.
Más allá de estos platos, conviene probar las patatas cocidas y saladas o el tomate aliñado para comenzar. Chacinas de Extremadura, lagarto ibérico, costillitas, croquetas o montaito de pringá , otras de las opciones de este local, que cuenta con una pequeña barra y una media docena de mesas en el interior. En el exterior, los días con buena temperatura, también tiene mesas altas.
En pleno Barrio Alto , con pocos negocios de hostelería en los alrededores, Ana se sorprende de que estar fuera del circuito del centro “no quiere decir que la gente no venga. Es más, vienen expresamente a comer aquí. Estamos apartados, aparcar no es fácil, pero la gente nos conoce y el boca a boca también hace mucho”.
En breve, El Rincón del Abuelo cerrará unos días por descanso, pero volverá tras las fiestas. Si quiere comprobar que Sanlúcar tiene mucho más que ofrecer alejado del centro, no lo dude y acérquese a probar alguno de sus platos acompañado de una, o varias, jarritas de mosto. Luego, nos cuenta qué tal le fue. ¡Buen provecho!