El Puerto de Santa María

Marcos Alguacil: “El sello de identidad de Bodegas Osborne son los vinos de calidad”

El jefe de enología de Bodegas Osborne fue reconocido este año como mejor enólogo de vinos generosos y licor por Bacchus

Marcos Alguacil, jefe de enología de Bodegas Osborne Salva Moreno
Salva Moreno

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Desde hace pocos meses, Marcos Alguacil es el responsable técnico de los vinos y brandis de Jerez y otras bebidas espirituosas de las Bodegas Osborne . Sucede en el cargo a toda una institución como Ignacio Lozano, con quien aprendió a mimar los vinos de la bodega portuense para que sigan produciéndose de la misma manera que viene haciéndose desde su fundación.

Vinculado a Osborne desde 1998, Alguacil fue nombrado como mejor enólogo de vinos generosos y licor por Bacchu s, algo que considera como “un reconocimiento a la empresa en sí, porque los vinos que presentamos a concurso se vienen haciendo en la casa de toda la vida. Toda la empresa tiene su parte de responsabilidad, yo recojo ese premio porque alguien tiene que hacerlo”.

Interior de la bodega portuense G.C.

Marcos, madrileño él, entró como becario en Osborne en 1998, siendo contratado definitivamente en 2002. En este tiempo tuvo a su lado a Ignacio Lozano : “los enólogos, en Jerez, aprenden mucho más de sus antecesores que de la nueva enología. Yo no vengo con ideas innovadoras porque tengo que sacar los vinos que han triunfado durante siglos”.

A este respecto, Ignacio recuerda que los vinos nuevos que ha lanzado Osborne “se crearon en 1851. Eran los vinos en rama, que lanzamos hace un par de años. Fino Coquinero en Rama, Fino Honda en Rama y Amontillado Honda en Rama . La solera ya existía, se utilizaba para consumo propio de la familia y para potenciar otros vinos, por supuesto. Pero como marca en sí han salido hace dos años, aunque tienen 170. Mi labor es cuidar y mantener la misma manera de hacer las cosas”.

Cuando se le pregunta cual es la principal virtud de los vinos de Osborne, responde sin titubear rápidamente: “ La calidad. Es lo que ha tenido siempre. Nunca hemos entrado excesivamente en vinos de volumen, pero sí que hemos triunfado como elaboradores de vino de calidad. Hubo un momento, en los años 70 y 80 del pasado siglo, que había mucha competencia en los vinos finos, y había quien le daba a la manivela y seguía sacando de la solera. Pero aquí nunca se ha permitido que el Fino Quinta, por ejemplo, bajara de tres años y medio o cuatro. El mismo capataz se niega, porque a la solera no le toca el saque. Todo eso se va transmitiendo, y ese es el sello de calidad de todas las marcas de Osborne”.

Vinos en Rama

Declara Marcos tener mucho cariño a los vinos en rama “porque los he visto crecer. Siempre que paseaba con Ignacio por la bodega, hablábamos de la posibilidad de vender el Fino Honda y Amontillado Honda en Rama. Cuando este tipo de vinos comenzó a sonar, se pusieron en el mercado a un precio muy razonable para la vejez que tienen. El Fino tiene una vejez de doce años promediada, y el amontillado Honda en Rama tiene 22 . Son vinos que hay que poner al precio que se merecen. Les tengo mucho cariño, son vinos caros, y como tales hay que tratarlos, con la delicadeza y la calidad que exige el precio”.

Vinos en Rama de Osborne G.C.

Respecto a la situación de los vinos de Jerez, Marcos es positivo. En los vinos de calidad, dice, se está empezando a repuntar en ventas. Estos productos son viejos, “y si un día me dicen que mañana empezamos a vender el doble de Amontillado Honda, que tiene 22 años, sería imposible porque no hay más en la bodega. Sí que se está vendiendo ahora, y creo que a un precio más justo tanto para la bodega como para el viticultor. Eso es crecer en calidad, que es donde somos competitivos . No podríamos competir contra otros vinos si fueran mediocres”.

La gastronomía ha sido un gran apoyo para los vinos generosos. Recuerda Marcos que los vinos de Jerez “ han sido de mesa de toda la vida . El jerez, fino, fino pasado, que por cierto es una próximo que va a lanzar el Consejo, los amontillados y los olorosos, son vinos de mesa, para tapear y para comer. En El Puerto siempre se ha comido con Fino Quinta o Coquinero. Que la alta gastronomía haya descubierto que sus platos combinan muy bien con estos vinos es algo muy positivo. Ya digo que las ventas se mantienen, pero vinos que tenías estancados han despertado porque ahora se aprecian en restauración”, concluye.

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