Castellar de la Frontera
Gastrokook, visita obligada para los amantes de la pastelería artesana
La pastelería y panadería de Lorena Barroso y Daniel Rivera en Castellar, ha sido premiada con uno de los Soletes de la Guía Repsol
En el reino animal, dicen que el león tiene el paladar más exquisito. Lorena Barroso y Daniel Rivera eligieron para la imagen de su empresa al también denominado rey de la selva. Las intenciones eran claras desde el principio. Gastrokook , su panadería y pastelería artesana, es para paladares exquisitos , como dicen en su eslogan.
Ubicada en la entrada del pueblo de Castellar, en la comarca del Campo de Gibraltar, su situación no ha sido impedimento para que la Guía Repsol diera con ellos y les concediera un Solete este verano. Pero su historia, la de Gastrokook, viene de mucho más atrás.
En esto de la pastelería, la pasión juega en ocasiones un papel fundamental. A Lorena , gaditana ella, le pasó lo mismo que a otras profesionales que hemos conocido en GURMÉ Cádiz . Tras realizar estudios universitarios, en su caso de Ciencias Económicas y Turismo, y un Grado en Dirección Hotelera, descubre que lo suyo no es eso, que lo que realmente quiere hacer es dedicarse a lo que hasta entonces era simplemente una afición. «En Finca Cortesín (Casares) me dieron la oportunidad de cubrir una plaza en el departamento de pastelería. Yo les dije que no sabía nada, pero que estaba dispuesta a aprender lo que fuera. Estuve tres meses y ya tuve claro que quería dedicarme a eso ».
A pesar de ello, se ve que Lorena prestó mucha atención en las clases de Económicas, y es que este año ha sido premiada como Empresaria del Año por la Red de Emprendedoras y Empresarias de Marbella, Málaga y el Campo de Gibraltar, un reconocimiento que recibió casi de manera simultánea a la notificación del Solete de la Guía Repsol.
Pero Gastrokook es cosa de dos. Daniel Rivera es de La Línea. Estudió el Ciclo Medio de Cocina y Superior de Restauración en San Roque. Más adelante, obtuvo el Diploma de Gestión Hotelera en el CIOMijas, donde conoció a Lorena. «Hice las prácticas en una cadena de Ibiza, Paladium, y luego me contrataron como asistente de chef corporativo. Pasaba temporadas también en Jamaica y volvía de nuevo a Ibiza. Pero me contrataron en un hotel de Torremolinos como subdirector, y ahí fue donde Lorena y yo comenzamos nuestra relación de pareja. Decidimos dar un vuelco y dejar todo lo que era administración para dedicarnos a la parte operativa. Cuando Lorena se fue a Barcelona, me fui con ella».
Si. Porque habíamos dejado a Lorena decidida a comenzar su carrera en pastelería tras su paso por Finca Cortesín. Quería formarse, y el destino que encontró fue la Escuela Internacional de Valladolid. «No lo dudé. Le dije a mi familia que lo dejaba todo y me fui un año a Valladolid. Cuando salía de la Escuela, me iba a otras empresas a trabajar porque mi objetivo era montar una pastelería, y no disponía ya del tiempo que tiene quien comienza sus estudios con 18 años».
Ya en Barcelona, Lorena dice que «estuve con los mejores. Me fui directamente a trabajar con Hans Ovando , asistiéndole a él en una escuela por la que pasaron profesionales como Xabier Barriga o Alejandro Montes. Y yo me iba nutriendo de todos ellos. Después pasé a Bubó, de Carles Mampel. Tenía un Relais Desserts, que es uno de los reconocimientos más importantes que puede tener una pastelería. Estuve de encargada, y luego pasé a Mandarin Oriental, donde Ángel León tenía BristrEau , y estuve como chef de pastelería. Entonces, Daniel y yo decidimos que era el momento de volver y poner en marcha nuestras ideas».
La Costa del Sol o la de la Luz eran los destinos donde querían asentarse. Mientras que le daban vueltas a todo, decidieron crear un blog en el que dar salida a sus conocimientos. «Lo llamamos Gastrokook , porque Daniel se enfocaba más a la cocina y yo a la pastelería. Eso fue en 2015. Mucha gente empezó a leernos y a preguntar por nuestros productos. Ya en 2016, abrimos nuestro negocio».
Llegada a Castellar
Lorena ni tan siquiera conocía Castellar . Daniel la llevó a conocer el pueblo y a ella le encantó. «Es verdad que veníamos de Barcelona y esto era demasiado tranquilo, pero cumplía con los requisitos que buscábamos. El propio pueblo, en un paraje natural, aportaba mucho al proyecto».
Daniel recuerda sentirse sorprendido cuando supo que fueron los únicos que optaron a la concesión de la nave que ahora ocupan en la Avenida de las Adelfas , en la entrada a Castellar desde la carretera que une San Roque y Jimena de la Frontera.
Además, «nosotros pensábamos que el 70 por ciento de nuestra facturación iba a proceder de surtir a terceros, por lo que la ubicación tampoco era lo más importante. Pero al año y medio nos dimos cuenta de que era todo lo contrario y que nuestro potencial era la venta directa. De hecho, ahora sólo trabajamos con el restaurante Casabon y con Humble Crumble , ambos en Sotogrande, aunque también hacemos algo de cáterin y eventos puntuales».
Nuevos espacios
Hasta la pandemia, Gastrokook no disponía de zona de cafetería ya que las ventas tampoco eran demasiado altas. «Pero entonces decidimos hacer una reestructuración y hacer la zona de degustación y cafetería. Fue una inversión arriesgada, pero la verdad es que nos ha ido muy bien», dice Daniel, añadiendo que «es un pueblo pequeño, pero tiene muchísimo turismo desde que se nombró como uno de los más bonitos de España. El turismo y el zoológico atraen a mucha gente».
Desde marzo, además de pastelería y panadería, cuenta con heladería. «Todo hecho por nosotros. Es una pastelería europea , hemos viajado mucho y lo que nos ha gustado, lo hemos traído aquí. Uno de los pasteles que no hemos podido quitar desde que comenzamos es la tartaleta de limón , hecha de almendra, mouse de limón y merengue. A la gente le encanta. También están en auge las piezas de bollería, y eso que por esta zona estaban más acostumbrados al cruasán industrial. Pero ahora se le da más importancia y la gente consume cada vez más distintos tipos de bollería artesanal», asegura Lorena.
En Gastrokook también preparan tartas y personalizan postres desde cero, si el cliente lo desea. «Lo elaboramos todo, y estamos abiertos a cualquier sabor», añade Daniel.
En cuanto al pan , comenzaron con catorce variedades, pero han reducido a seis «porque queremos ofrecer una calidad alta y cada vez más nos cuesta encontrar harinas que no estén alteradas, no es fácil encontrar equilibrio en las harinas. Con esos seis tipos de panes, estamos dando servicios de desayuno con tostadas, un poco más gourmet, para ese cliente también que no busca sólo lo dulce, sino lo salado. Pero también también tenemos la tradicional tostada con aceite y tomate, o la italiana , que lleva mortadela, un pesto, frutos secos; tenemos la de tomate confitado y ricota, la de pavo con aguacate, la de paleta ibérica, un poco de todo…».
El café también es parte importante de su oferta, y tanto ellos como el resto del personal reciben continuamente formación para darle la misma importancia que le otorgan a la pastelería. Como en el caso de los helados : «Contamos con diez sabores tradicionales, de fresa, mango, de vainilla, pero de la de verdad, de vaina, chocolate al 75 por ciento… son sabores que a lo mejor no sorprenden tanto, pero al probarlos los disfrutas muchísimo».
Fomentar la pastelería
Por último, recuerdan su experiencia como jurados en el Concurso Gastronómico Chef Sierra de Cádiz . «Nos gustó mucho por aportar nuestro granito de arena. Nos gusta participar en estos eventos porque se le da mayor importancia a la pastelería , y es que creemos que es algo muy necesario en Andalucía. No hay tanta cultura pastelera como, por ejemplo, en ciudades como Barcelona. Y nosotros nos sentimos responsables de esa labor».
Gastrokook cierra los lunes y martes. Miércoles y jueves abren de 9 de la mañana a las 14:00, mientras que viernes, sábado y domingo, abren a las 9:30 y mantiene sus puertas abiertas de manera ininterrumpida hasta las 20:00. El teléfono de contacto es el 663 224 302 .
