Y de postre, La Caleta
El restaurante Quilla volvió a reunir a amigos y comunicadores gastronómicos para demostrar que no sólo de cafés y cócteles en la terraza vive el hombre. Las vistas a la Caleta la complementa una carta que lleva el sello de su cocinera Ana Rivera , al frente de la cocina de Quilla desde hace cinco años. Los propietarios del restaurante Rafael Machuca y Maribel Téllez y su gerente David Burgos , se mantienen en evolución constante, en la que implican al personal de sala al que forman en especialidades como vino y café. Su oferta gastronómica va variando, así como sus proveedores, en busca siempre de mejorar la experiencia del cliente.
La nueva apuesta de Quilla es el atún rojo de almadraba> que les provee la empresa conileña Petaca Chico. Lo sirven tanto en la formas crudas- sashimi de descargamento, tataki y tartar – como a la plancha en su punto justo, en el caso de la ventresca y el tarantelo. Sin duda un punto a favor para el turismo que tiene en el quiosco de Quilla una parada obligatoria en su visita a Cádiz para ver el atardecer. Pero no solo a ellos está destinada la cocina de este peculiar rincón. Muchos gaditanos desconocen que allí también se come, y además muy bien.
Nuestra cita comenzó con un aperitivo pastel de patata con queso de cabra para untar y con un vino ecológico de La Rioja, Ijalba Blanco ‘Genolí’ , elaborado con viura. Una de las grandes ventajas de comer en Quilla es su larga carta de vinos por copas, que permite maridar cada plato con una variedad, denominación de origen o marca diferente Este vino, así como muchos otros de los que incluye la carta de Quilla, son referencias del catálogo de Daniel Vázquez. El siguiente entrante fue un paso más hacia el mar, unas croquetas de salicornia llamadas ‘SalicorniQuillas’ que además de estar elaboradas con esta planta tan de moda, lleva langostino. Luego, acompañado de un vino blanco descubierto por Rafa y Maribel llamado Alesanco, se sirvieron los platos de atún crudo al que siguieron las elaboraciones con un toque de plancha con una guarnición de verduras con mahonesa y gelatina de salicornia. Para estos últimos platos Daniel Vázquez eligió el vino Juan Gil Etiqueta Plata, un tinto de Jumilla hecho de uva monastrell, que casa a la perfección con los matices del atún rojo. Otra agradable novedad es el arroz marinero con coquinas de fango Cádiz muy sabroso que siempre está en carta y que no puede faltar a orillas de la playa de la Caleta y que degustamos con el rosado Marismilla de Luis Pérez. El postre es un homenaje a los nostálgicos, una poleá receta de la abuela de Ana Rivera.
Después de todo esto queda claro que Quilla no es solo el lugar perfecto para ver una puesta de sol. El proyecto hostelero de cumplió recientemente su octavo aniversario>, busca su hueco entre los que merece la pena pararse a disfrutar de la comida local y sus productos como el atún rojo, carne de retinto, o guisos tradicionales como los garbanzos con langostinos.
Ver comentarios