Tras un año de inactividad, La Carbonera volvió a abrir sus puertas con una nueva gerencia que ha dado un toque moderno al local de 1910. Es un lugar en el que tomar una cerveza o una copa de vino de barril acompañado de una tapa. Como suele ser habitual en este tipo de tabernas, en su carta predominan los platos fríos, como montaditos, conservas o ensaladilla , que se pueden disfrutar dentro o en la mesas altas de la calle. La decoración ha conservado algunos de los elementos antiguos.