El Patio de las 7 Esquinas

Los naranjos y limoneros custodian este patio. Mesitas bajas y sillas de anea para degustar las tapas, y un buen vino para acompañarlas. Y si no, apoyados en la larga barra , bajo techo. Un enclave idóneo para sentirse a gusto. José Luis Guerrero afirma que quien le enseñó sobre cocina fue su madre, lo que le lleva a ofrecer una buena ensaladilla de gambas o tortillitas de camarones . Y también, platos más consistentes como el lomo de dorada a la roteña -ya que escasea la urta- o la carrillada ibérica al Pedro Ximénez . Todo a precio razonable, “no te dejamos gastar más de 15 euros”, bromea José Luis.

Además, la ventaja de tener una bodega tras la pared hay que aprovecharla y así lo hacen. Los vinos vienen frescos de La Bodega las 7 esquinas . La simbiosis es tal que la bodega puede reservarse para más de 20 personas que quieran celebrar allí cualquier tipo de evento.