Dicen que las primeras temporadas para los 'rookies' en la NBA son durísimas. La acumulación de partidos en un calendario que no concede tregua provoca que prácticamente todos los jugadores que debutan en la mejor liga de baloncesto del mundo sufran lo que los estadounidense llaman el 'rookie wall', un 'muro' invisible que no es más que la fatiga tras la acumulación de encuentros.
También hay un 'rookie wall' en la Premier League, el conocidísimo Boxing Day. Se celebra el día siguiente a Navidad y a partir del Boxing Day los equipos se embarcan en una espiral frenética de partidos sin descanso (6-7 partidos en unos 15 días).