Voy a ser muy sincero: no resulta nada fácil escribir en el blog un día como hoy. He llegado a pensar que era mejor guardar silencio porque sé que hay muchos aficionados que, como nosotros, están realmente tristes. Pero por encima de todo siento que está el compromiso que adquirí de actualizar el blog todas las semanas. Por ahora no he fallado ni una a lo largo de estas dos temporadas y no pienso hacerlo. Por muy triste que pueda parecer el panorama. La tormenta pasará y saldrá el sol. No me cabe duda. Además, nadie dijo que sería fácil, pero así es el fútbol. Te regala momentos fantásticos pero también momentos muy complicados en los que hay que mantener el tipo, apretar los dientes y seguir con orgullo y profesionalidad hasta el final. Y cuando pase todo esto, seguro que habré madurado aún más como futbolista.