Son amigos íntimos y residentes en París. Antes lo fueron en Amsterdam, Milán y Barcelona. Pocas veces el fútbol sirvió de nexo de unión entre dos personas tan dispares y antagónicas de carácter como Zlatan Ibrahimovic y Maxwell Scherrer Cabellino Andrade. Pero el tiempo ha jugado en favor de dos futbolistas que ya no conciben sus carreras deportivas y sus vidas sin estar el uno cerca del otro.