La actitud de Gareth Bale está empezando a molestar demasiado en el Tottenham. La postura del galés, que le ha solicitado a la entidad que escuche y valore la oferta del Real Madrid no ha hecho más que empeorar las cosas, a no ser que llegue una oferta superior a cien millones de euros.
Daniel Levy es el presidente del club londinense. Sabe que la oferta, en las cifras que se manejan actualmente, es irrechazable pero pretende centrar la operación en dos aspectos. Por un lado, pretende una operación tranquila en la que solo él lleve la voz cantante, sin medidas de presión por parte del jugador, aunque sus asesores ya le han dicho que la actitud del futbolista zurdo puede ser beneficiosa para cargarse si cabe de más razones para acometer el traspaso de cara a los aficionados.