Resulta curioso cuando un jugador es determinante en un partido sin haber hecho ningún papel destacado durante el mismo, ni marcar gol, dar una asistencia, provocar una roja o salvar un tanto en la línea de portería. Pero el defensa Steven Taylor, del Newcastle, fue el protagonista en la victoria de su equipo ante el Stoke por el llamado otro fútbol.
Su equipo iba perdiendo 0-1 tras un penalti transformado por Walters. Minutos después, el árbitro pitó una falta al borde del área. Y ahí se abrió el telón para el show del jugador. Se puso delante de Asmir Begovic, cancerbero rival, y le descentró mediante gestos, imitaciones, carreras o aspavientos para animar a la grada local. Su actuación fue tan brillante… ¡que logró que su compañero pusiera el empate en el marcador! Fue el inicio de la remontada, porque un gol de Cissé en el descuento dio los tres puntos a las ‘urracas’.