Justo hace un año, el 14 de octubre de 2012, millones de personas siguieron a través de la televisión e internet un evento histórico: el salto estratosférico de Felix Baumgartner desde más de 39 kilómetros de altura. El austriaco se convirtió en el primer ser humano en romper la barrera del sonido en caída libre sin intervención mecánica, alcanzando los 1.357 kilómetros por hora en su descenso, sumando también el récord de la caída libre más alta y el vuelo en globo más alejado de la tierra.
Dos días después, anunció su retirada del deporte extremo, con la firme idea de ser piloto de helicópteros, algo que hasta la fecha no ha conseguido. Los premios Laureaus (que reconocen a los mejores deportistas del mundo por los méritos contraídos durante el año anterior) no se olvidaron de él, otorgándose el galardón en el apartado de los deportes de acción. Además, le nombraron embajador para la juventud por parte de la Organización de Naciones Unidas (ONU).