
Jason Kidd, entrenador de los Nets, se inventó una argucia tan original como tramposa para preparar la jugada clave del partido entre Brooklyn Nets y Los Angeles Lakers. A falta de ocho segundos para el final del encuentro, con los Lakers de Pau Gasol dos puntos arriba (94-96), Jason Kidd pidió a su jugador Tyshawn Taylor que le golpeara mientras el entrenador bebía del vaso.