“Le deseamos lo mejor al Deportivo en Segunda”. Esta frase la dijo la semana pasada Abel Resino, entrenador del Celta, tras la victoria de su equipo ante el Valladolid. No es profeta, pero confía en sus posibilidades, porque le ha ido bien en estos cauces hasta ahora.
Con el conjunto vigués ha escrito un nuevo capítulo. Empezaba la última jornada en puestos de descenso y la salvación no dependía de ellos. Pero el mister, que llegó al equipo tras una polémica (aceptó el cargo pese a que los seguidores no querían a Salva, su segundo), estaba convencido de que podían ganar. Y que la Real Sociedad se jugaba la clasificación a la Champions ante el Deportivo, el que le precedía. Victoria agónica ante el Espanyol en casa y el equipo permanece en Primera. ¿Quién se lo iba a decir a los vigueses cuando perdió en el partido adelantado ante el Atlético, dejando prácticamente a su suerte al Celta?
