Berdych y Stepanek, dos 'cocos'. / Archivo
España se enfrenta a la República Checa en la final de la Copa Davis. El cambio de escenario respecto a la de 2009, en la que 'La Armada' pasó por encima de los checos, no es un elemento circunstancial, sino que puede resultar esencial para la suerte de la eliminatoria.
Sus dos jugadores de individuales, Stepanek, que abre contra Ferrer, y el temible Berdych, que jugará a continuación contra Nico Almagro, se vuelven mucho más peligrosos cuanto más rápida sea la pista. Y si eso se conjuga con un techo que ponga la cancha a cubierto, se convierten en una seria amenaza independientemente de quién sea el rival.
Stepanek es un tenista con pocos recursos, pero que sabe maximizarlos hasta su límite. Cuando saque, los peloteos se acortarán hasta su mínima expresión. Radek, pupilo del mítico Petr Korda, es un tenista que no sale a jugar, sino a ganar. Cuanto más largo sea el partido, mejor para las opciones españolas. Quién mejor que David Ferrer, enorme restador y con una capacidad a prueba de bombas en los peloteos, para llevar el partido a su terreno. El que imponga su ritmo será quien abra la eliminatoria con un punto a su favor.
