Adrien Broner. / RC
Adrien Broner, de 23 años, es el nuevo gran fenómeno del boxeo mundial. Lo apuntaba todo, pero la victoria en la madrugada del sábado al domingo sobre Antonio DeMarco le coloca en el disparadero hacia las posiciones más altas en las clasificaciones libra por libra, esas ficticias que ordenan a los boxeadores sin tener en cuenta las diferencias de peso entre ellos.
El pugilismo, que se hunde en lo institucional por culpa de excesivas organicaciones, cinturones y decisiones polémicas de los jueces en demasiadas peleas, goza sin embargo de una excelente salud en lo referido a grandes boxeadores.
Desde los ligeros, con los Donaire, Rigondeaux, Mares y compañía dándolo todo, hasta los pesados, con el brutal dominio de los hermanos Klitschko, existen boxeadores dignos de entrar en el salón de la fama en prácticamente todas las categorías. Entre medias, desde los pesos ligeros hasta los cruceros, el abanico de candidatos es enorme, con hasta una veintena de boxeadores capaces de reventar el PPV en muchas de sus veladas.
El último en irrumpir entre los grandes es Adrien Broner, a quien muchos no dudan en calificar como el próximo Floyd Mayweather.
