GENTE CON MASCOTA
Nacho Sierra: «Mi perra Miah encandiló a la Reina Sofía»
El psicólogo nos habla de su canes y la importancia de educarles desde pequeños ya que de mayores es más difícil modificar su conducta
Mónica Cruz: «Todos mis perros son adoptados»

Nacho Sierra nació en Madrid. Es licenciado en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid. Completó sus estudios en Alemania, donde se especializó en comportamiento animal. A lo largo de su trayectoria profesional ha colaborado en programas de radio y televisión. Ha impartido numerosos cursos y charlas sobre comportamiento canino y adiestramiento en España, Portugal y América Latina. Ha escrito varios libros y en la actualidad es el director de la Escuela de Formación Profesional Canina en Madrid y Barcelona.
—Considerado un referente en su profesión, nos presenta a sus dos canes. Guti, un pastor alemán que tiene 11 años y Miah una chihuahua con dos añitos. ¿Qué destacaría de su convivencia con estos dos ejemplares?
—Guti lleva dos años retirado de la competición pero ha sido campeón de Madrid, Castilla La Mancha.... Y Miah estuvo en el 100x100 mascota el pasado mes de mayo, donde encandiló a la Reina Sofía. Destacaría de ellos varias cosas: con Guti he desarrollado un sistema de entrenamiento más moderno. Entré en un sistema de trabajo que aprendí en Alemania. Él es un perro muy equilibrado y tiene un talento innato por sus genes. Yo me divierto mucho cuando estamos juntos porque le gusta correr y nadar.
—¿Cómo lleva Guti la jubilación?
—La lleva bien. Sigue una rutina y sobre todo practica la natación porque es un ejercicio muy bueno para los perros de su edad y para los problemas que puedan tener de columna.
—Aunque no ha pido estar con nosotros no quiero olvidar a Miah. ¿Cómo es ella?
—Es muy sociable. Ella es la mascota de la familia, le permitimos hacer muchas cosas que no le hemos permitido a Guti.
—¿Mantienen una buena relación?
—Guti quiere acercarse a ella, pero Miah le tiene un poco de miedo por el tamaño. A su lado es un gigante. Comparten paseos, pero nada más.
—¿Tiene Guti celos de los privilegios que le dais a Miah?
—No. Los celos están muy humanizados. No existen los celos como los tenemos los humanos. Los perros tienen posesión de ciertas cosas, pero no hay interpretación. No se crea problemas si a los dos les das lo que les gusta.
— Usted es un experto en educación canina. ¿A qué edad hay que empezar a educarles?
—Desde que entran en casa hay que empezar con su educación. Y la necesitan todos. Se pueden poner en contacto con adiestradores si es necesario y buscar a los que tengan una larga experiencia porque hay mucho intrusismo. La educación sería necesaria hasta el año o año y medio. Lo que ocurre es que mucha gente nos llama cuando el perro lleva cuatro años ladrando en casa o dos destrozando los sofás. Es mucho más difícil modificar el carácter de un adulto que el de un cachorro.
—¿Hay algún componente psicológico en el comportamientos de los perros que no les permita un desarrollo equilibrado?
—Sí. Hay un problema en común y es que los dueños humanizan el comportamiento de sus perros y ellos no entienden las formas educativas de sus dueños. Entonces, empiezan a generar problemas de ansiedad, desobediencia... Todo esto ocurre porque se le ha tratado de educar al perro como a un ser humano.
— ¿Que factores influyen en el carácter de los perros?
—La mayoría de la gente piensa que el carácter de un perro está en la raza y ese es el grave error. No es un problema de razas sino de individuos. Es importante la parte genética y la ambiental. Un perro que no sale y no se le sacan a correr es un futuro perro con problemas. El desgaste físico es la base fundamental para el equilibrio. Conozco muchos perros que salen a dar la vuelta a la manzana, hacen sus necesidades y a casa. Estos canes terminan dando problemas porque no descargan toda la energía que necesitan.
—Aproximadamente un 30% de los hogares españoles tienen un perro. ¿Encontramos en los animales lo que no encontramos en los humanos?
—El ser humano se siente muy solo y el aumento o tenencia de perros está motivada por compañía y esto tiene una parte buena porque se va a obtener ese acompañamiento que se busca durante los años que viva. Pero también podemos caer en el error de humanizar y depositar en el perro todos nuestros problemas afectivos o emocionales . Esto indica que quizás haya que educarles a ellos y a sus perros.