HA ESTADO A PUNTO DE MORIR VARIAS VECES EN EL INTENTO
El increíble viaje de Rodrigo Alves para convertirse en Mariah Carey
Ha invertido millones en operaciones en las que a punto estuvo de morir
Se ha quitado el último par de costillas para afinar la cintura
Os presentamos a Jessica Alves , un clon de Mariah Carey de los pies a la cabeza. Todo en ella está fabricado a medida para conseguir un ideal de belleza que se asemeje a la cantante americana.
Pero, ¿y si os decimos que Jessica Alves antes se llamaba Rodrigo y fue conocido por intentar asemejarse a Ken, el novio de Barbie?
Todo comenzó en el colegio. Rodrigo era un niño gordito que recibía burlas de sus compañeros . El acoso era constante durante sus años en la escuela y tuvo que aguantar motes tan hirientes como «nariz de Mr.Potato o Jelly Belly (tripa de gelatina)» Si a esto le sumas que Rodrigo sufría de ginecomastia (tamaño desproporcionado de los pechos), tenemos el caldo de cultivo de lo que sucedió a continuación.
Rodrigo creció, buscó trabajo y acabó como azafato de vuelo. Enseguida se dio cuenta de que lo que él quería, lo que de verdad le haría feliz, era alcanzar la belleza absoluta.
Quería ser admirado y contemplado como una obra de arte, así que ni corto ni perezoso, comenzó con su transformación a 'Ken humano'.
Poco a poco Rodrigo se sometió a múltiples operaciones de cirugía estética. En 2014 llevaba gastados 140.000 euros en más de 20 operaciones que se convirtieron en 300.000 euros en 2016 multiplicando las operaciones hasta llegar a 46.
No quedaba nada en su cuerpo sin retocar. Pelo, barbilla, pómulos, abdominales, dientes …, todo estaba ajustado a los cánones de belleza que sólo Rodrigo tenía en la cabeza.
Rondaba el año 2018 cuando Rodrigo se acercaba al millón de euros en operaciones de cirugía. El culmen fue someterse a 'la operación prohibida', una operación peligrosísima que consiste en la amputación del último par de costillas para afinar un poco más la cintura.
En este preciso año fue cuando todo cambió (de nuevo).
Rodrigo decidió que ahora se llamaba Jessica y que su ideal de belleza había cambiado:
Ahora quería ser una mujer
Tras más de 150 operaciones para llegar a convertirse en Ken humano, Jessica tenía que volver otras tantas veces más a operarse para deshacer sus pasos previos: retirarse abdominales, músculos falsos y además ahora aumentar sus glúteos, aumento de mamas y afinar su rostro.
Y tras otros tres años de duras operaciones en las que a punto estuvo de morir en quirófano (una en su etapa Ken, por un aumento de biceps en el que le inyectaron un gel que le provocó reacción y otra por una complicación en una de las más de 10 rinoplastias a las que se ha sometido), el resultado es el que os mostramos aquí.
Tras todos estos años de operaciones salvajes, la mujer explosiva que vemos y que nos puede gustar más o menos, esconde detrás un drama llamado trastorno dismórfico corporal y le fue diagnosticado en el año 2013 debido al bulling que sufrió en la escuela y que hace que Jessica tenga una preocupación excesiva por sus defectos físicos reales o imaginarios.
Este trastorno ha sido el culpable de años de operaciones salvajes y sufrimiento en busca de una paz que en la cabeza de Jessica es sinónimo de perfección y esa perfección, a la vista está, es su adorada Mariah Carey.
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