El vidente de las famosas ayuda a Isabel Pantoja a librarse del vudú

Con ciertos temas, los españoles nos sentimos un poco como Bill Burray en ‘Atrapado en tiempo’. Pero lo que en la película era el día de la marmota, en nuestra televisión suelen ser las noches de Bárbara Rey o Maite Zaldívar, dos ejemplos de personajes que llevan años reviviendo el mismo cuento. Aunque en el caso de la ex de Julián Muñoz, el ex alcalde corrupto de Marbella que arrastró a Isabel Pantoja a los infiernos del blanqueo de capitales y el cohecho pasivo, las revisiones de los hechos cobran nuevos matices a medida que prescriben los delitos, lo que además produce en la protagonista del ‘Deluxe’ milagrosos efectos colaterales: por un lado, recupera la memoria; por otro, mejora el habla.

Sin embargo, para dar una vuelta de tuerca, Jorge Javier Vázquez se ha sacado de la manga, apoyado en el testimonio de Chelo García Cortés, que Maite Zaldívar usó el vudú para destruir la carrera de la tonadillera. “Ella me robó mi vida”, ha reconocido Maite, que ha desmentido el recurso a la magia negra: “yo creo que ha sido al revés”… Zaldívar ha insistido en insinuar que la artista es gafe, que sólo trae mala suerte, de ahí que jugara a tratarla de ’innombrable’.

Maite descubrió que su marido le era infiel poco antes de un viaje del Día de los Enamorados, que suspendió en el último momento. En lugar del viaje romántico, el matrimonio acudió a una cena en Cantora en la que estaba José Manuel Parada, entre otros. Maite, que no ha querido reírse del bigote que supuestamente lucía la Pantoja, razón por la que su marido le dijo que no le gustaba, ha jugado a distanciarse, tanto del engaño sentimental como de las bolsas de dinero que vio pasar por delante de sus narices.

David Trivin, tarotista y vidente, relata que “las víctimas de vudú “sufren un gran cansancio, no pueden dormir, con dificultad para respirar, con mucha ansiedad. Lo peor es que todo sale mal en la vida, no salen los proyectos profesionales, tienen broncas con su entorno familiar y sus amistades.” Para David, unos de los síntomas más evidentes es “la caída del cabello”.

Si Isabel cree que es víctima de Maite Zaldívar o de alguna práctica de vudú o magia negra, debe “bañarse durante siete días con agua bendita de siete iglesias distintas, añadiendo siete hojas bendecidas de laurel y los pétalos de siete flores blancas, además de un puñado de sal gorda y un chorro de colonia fresca con dos gotas de amoníaco. esa semana, deberá dormir con un crucifijo y unas tijeras abiertas debajo de su colchón.” Como si no tuviera bastante con todo lo que pasa en Cantora, a Isabel Pantoja se le acumula el trabajo….