La reacción de María Teresa Campos a la exclusiva de su chófer sobre Bigote Arrocet

Tal y como se llevaba días rumoreando, Gustavo Guillermo , el chófer y fiel asistente de María Teresa Campos desde hace más de 30 años, rompió ayer su silencio y, a golpe de exclusiva, salió en defensa de su jefa, a la que quiere como una segunda madre. Una entrevista en la revista 'Semana' en la que acusa a Edmundo Arrocet de mentir en su versión sobre su ruptura. «No podía estar más tiempo callado sabiendo lo que sé. La verdadera cara de Edmundo es muy distinta», aseguró Gustavo quien afirmó que la periodista estaba muy enamorada «He visto llorar mucho a Teresa, destrozada». Además aseguró que «Edmundo es un mentiroso, un embaucador y un profesional del amor».

Sobre los problemas económicos Gustavo, dolido por las afirmaciones del humorista sobre un préstamo de 50.000 euros a María Teresa Campos cuando compartían vivienda en Molino de la Hoz, asegura que era Arrocet quien «no tenía ni un duro, todas sus tarjetas estaban bloqueadas». Sobre el final de la relación Gustavo también dio su versión. Fue Arrocet el que tomó la decisión de romper inesperadamente su relación con la presentadora aunque desmintió que lo hiciera a través de un simple mensaje de «Whatsapp» como dijo Campos.

Tras la entrevista, ha sido la propia presentadora de televisión la que ha salido en defensa de Gustavo. «Estoy muy contenta porque Gustavo ha sido siempre muy discreto y ha llegado el momento en el que no podemos callarnos todos. Yo me he callado, me callaré y me seguiré callando. Él ha hecho muy bien hablando . Gustavo para mí es todo. Él que ha vivido el día a día y lo ha llevado a todas partes donde quería ir, y Gustavo, yo ahora digo una cosa que me gusta de él y es que Gustavo es el hijo que no he tenido, ¿vale? Así que estoy contenta», ha dicho. «Yo creo que las relaciones empiezan y terminan solamente que pueden empezar y terminar de una manera más correcta. Eso es lo único que voy a decir, pero bueno, nada, nadie se muere por nadie y a la vista está que ya va para tres años, pero fueron seis años y seis años en una vida es bastante tiempo», ha añadido.

Respecto a si su asistente tenía su bendición para hablar, María Teresa ha sido muy contundente: «Sí, sí, a mí me ha parecido bien porque si a mí no me hubiese parecido bien él no la hubiese hecho porque lo primero que hizo fue preguntármelo . Y le dije que me parecía fenomenal, que él tenía todo el derecho y que como yo de él no espero nada malo, pues ya está».