Sofía Bono: «Nunca he tenido la curiosidad de conocer a mis padres biológicos»
La hija pequeña del político José Bono estrena hoy, junto a Berenice Lobatón, un documental sobre su adopción

Sofía Bono ha dejado atrás esa timidez que la ha acompañado desde que era una niña. Con 21 años recién cumplidos, la hija de José Bono y Ana Rodríguez Mosquera ya es toda una mujer que ha decidido contar públicamente una parte de su vida hasta ahora prácticamente desconocida en forma de documental. No es ningún secreto que fue adoptada por el matrimonio -ahora divorciado- en Chile hace ya exactamente dos décadas, pero sí los detalles de todo el proceso que la trajo a vivir a España a una familia en la que se siente totalmente integrada desde el primer día que llegó.

«La idea de hacer un documental surgió a raíz de varios mensajes de mis seguidores preguntándome dudas sobre la adopción y mostrándome sus inseguridades», cuenta la joven en una entrevista con ABC. Hacía tiempo que tenía en mente algún proyecto relacionado, pero no se materializó hasta que conoció a Berenice Lobatón , hija de Paco Lobatón y Mari Pau Domínguez, en una entrevista que hizo para ella junto a su progenitor en la sección Padres e hijos que tiene en ‘Ecooo Magazine’. Congeniaron desde el primer momento y no tardaron en quedar. Lo que iba a ser un café se convirtió en una charla de horas de la que salió la idea de hacer este documental que se emite hoy y que significa tanto para ellas. Se inician en un proyecto audiovisual -una delante de las cámaras y la otra tras ellas-, pero lo más importante es que podrán ayudar a otros padres y niños en esta misma situación. «Es una maravilla la gente que me ha escrito dándome las gracias y diciéndome que soy muy valiente, pero no lo soy. Solo estoy contando mi historia porque me parece que es muy bonita. Si no estuviese orgullosa de mi historia no la contaría, pero lo más importante es que con ella puedo ayudar a la gente», asegura Bono a la vez que Lobatón puntualiza que, aunque solo ayuden a una persona, ya se dan por satisfechas.
Ninguna de las dos teme a las tan temidas críticas . Por el momento su proyecto ha tenido muy buena acogida y aunque no fuese así, es un tema del que creen que es importante hablar públicamente. «No sé si estoy preparada para exponerme tanto con lo reservada que soy pero creo que es necesario normalizar para que el tabú que hay detrás, se acabe. Si para ello tengo que exponerme de esta manera, pues adelante», dice Bono con valentía.
La mejor familia
Ha aprendido mucho contando la historia sobre una familia que para ella significa todo. Desde que fue consciente, sus padres le contaron con toda la naturalidad del mundo que era adoptada. Cree que, precisamente por esa razón, nunca se sintió diferente ni desubicada. «Sin ellos no hubiese llegado a donde estoy, al igual que mis hermanos. Son mis referentes. Mi familia es lo primero y lo que me da fuerzas para seguir y para dar todos estos pasos que estoy dando. No he podido tener mejor familia», reconoce.
Aunque no les conoce, ni tiene intención de hacerlo, también tiene buenas palabras hacia sus padres biológicos : «No mantengo contacto porque con la protección de datos eso no podría ser. De todas maneras nunca he tenido la curiosidad ni es algo que quiera hacer. No es porque les guarde rencor. Siempre digo que me han hecho el regalo más bonito que fue dejarme ese día en la casa de acogida porque con eso me lo han dado todo. Al revés, les estoy agradecida».

Tiene ganas de visitar su país de origen, en el que nació hace más de 20 años. Es un viaje que tiene pendiente con su familia desde que cumplió los 18 años pero, por diversas razones, lo han ido posponiendo. «Quiero conocer mis raíces a fondo, incluso la casa de acogida en la que estuve», dice Bono a la vez que muestra su deseo de hacerlo pronto.
Por el momento tiene ganas de ver la acogida que tiene el documental sobre esta parte tan íntima de su vida y no descarta continuar el proyecto audiovisual con su inseparable amiga Berenice Lobatón. Ideas no les faltan. Ya tienen en mente unas cuantas e, incluso, barajan contar con el testimonio directo de sus padres o de sus hermanos para aportar otra visión e intentar llegar a más gente.