Sergio Dalma: «En lo sentimental he estado más aislado de lo que me hubiera gustado»
El cantante chalar con ABC sobre su nuevo álbum, nacido desde la ansiedad que le provocó el confinamiento
La pandemia le partió los planes prácticamente a cada habitante de este planeta, y en el caso de Sergio Dalma , esos planes eran culminar la gira de celebración de sus treinta años de carrera en el mundo de la música. Tras suspender las fechas que quedaban por delante y verse obligado a volver a casa antes de tiempo, empezó a entrar «en un bucle terrible de ansiedad» del que solo podía salir de una manera: haciendo un nuevo disco. Así nació ‘Alegría’, un álbum en el que refresca su estilo de la mano de compositores «muy jóvenes y muy prometedores» que le han abierto nuevos caminos a este veterano de la canción. «¿Que qué quiero con este disco? Pues hacer fácil lo difícil, encontrar luz cuando aparentemente solo hay oscuridad, transmitir sinceridad, conseguir rebajar el tono y la crispación, que haya empatía. ¡Sonreír! Simplemente porque nos apetece. Bailar pegados o despegados... ¡pero bailar! Todo eso es lo que pretendo transmitir con estas canciones», dice el artista de Sabadell.
Lo de ‘evolucionar en cada disco’ es un topicazo, pero en ‘Alegría’ hay cosas nuevas de verdad.
Me alegra oír eso porque la premisa principal ha sido hacer algo diferente. De hecho, se ha gestado en unas circunstancias completamente diferentes al resto de mis discos. La creación de los temas fue en pleno confinamiento, y yo tuve que montarme mi pequeño estudio en casa y espabilar mucho con las tecnologías para trabajar a distancia. Teníamos mucho tiempo por delante, y eso se agradece para tomarse las cosas con calma.
Hay momentos vocales en los que casi no parece usted.
Me obsesionaba que se hablara siempre de ‘la voz rota’ de Sergio Dalma, y ahora con los años, me veo más preparado para crear más matices, para experimentar y probar cosas nuevas. Hay partes del disco en las que intento que mi voz sea súper limpia y que mi expresión sea diferente, y efectivamente, hay momentos en los que no parezco yo. Es justo lo que he intentado, porque me apetecía mucho.
Ha puesto en marcha la iniciativa #PersonasAlegres, “una llamada a compartir y reivindicar la alegría, poniéndola en valor frente a la crispación”. ¿La pandemia nos ha dejado deprimidos y más irritables?
Hay mucha crispación, y también muchas secuelas emocionales por todo lo que hemos vivido. La campaña anima a la gente a utilizar a la música para expresar su idea de lo que es la alegría en las redes sociales.
¿Usted qué tal lo ha llevado? ¿Ha pasado por momento de ansiedad estos meses?
Me truncó una de las giras que más me apetecía hacer, y sí, la verdad es que cuando vi que la cosa iba para largo empecé a notar que me estaba agobiando mucho. De ahí lo de ponerme a trabajar.
El romanticismo y las relaciones sentimentales también se han resentido mucho con la pandemia. ¿Cómo ha sido en su caso?
En ese sentido, he estado más aislado de lo que hubiera querido estar. Y lo de no poder ver ni abrazar a mis seres queridos, lo he llevado fatal. A día de hoy todavía me pasa que no sé cómo saludar a la gente, si dar un beso o no, si dar un abrazo o no…
La relación con su hijo se encauzó después de algún mal momento, ¿sigue siendo igual de buena ahora?
¡Hombre claro! Por supuesto que sí, faltaría más.
‘Bailar pegados’ fue un himno de balcón en el confinamiento, junto a ‘Resistiré’ y otras canciones. ¿Cuál es su verdadero origen? Se dice que la compuso para una novia muy especial.
No, no. En aquella época yo trabajaba con Julio Seijas y Luis Gómez Escolar, que han sido como mi espina dorsal, escribiendo algunos de mis mejores temas. Cuando conocí a Luis, le pregunté qué solía hacer después del trabajo y me dijo que a veces se iba de discoteca. Le dije: ‘¿Pero tú bailas música dance?’ Y me contestó: ‘Yo qué va, me quedo en la barra hasta que suena una de bailar pegados’. Así surgió la inspiración.