‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’
Rocío Carrasco: «No fui antes al psiquiatra para que no lo usaran en mi contra»
La hija de Rocío Jurado lleva en tratamiento desde 2011. No pidió ayuda psicológica antes porque temía que Antonio David se quedara con la custodia de sus hijos
Así de tajante se muestra Rocío Carrasco con Olga Moreno
«Yo no he dejado de estar en tratamiento desde 2011. Siempre he estado medicada», confiesa Rocío Carrasco en la última entrega de la docuserie ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’. Por esa razón, cuando en 2014 recibió una llamada para colaborar en el programa ‘Hable con ellas’, lo primero que hizo fue no atenderla. Fue Fidel Albiac quien le pidió que contestara: «Hola, soy David Valldeperas , no me cuelgues antes de que diga lo que te tengo que contar», llegó a decirle el director. No se arrepintió de la decisión tomada. Poco después, se sentaba junto a Sandra Barneda , Beatriz Montañez , Alyson Ackerman y Natalia Millán para decir al público: «Siento que voy a lanzarme al vacío. He vuelto a Tele 5 y he vuelto para quedarme. Yo soy la quinta presentadora». Ese ‘late night’ supuso un revulsivo en su vida: «Me hizo mucho bien, aunque me costó estar con mis cinco sentidos porque la medicación era muy fuerte : de repente lloraba, de repente reía, pero disfruté haciéndolo».
En esa época, Antonio David Flores era asesor del amor en ‘Mujeres y Hombres y Viceversa’. Ambos trabajaban en la misma cadena, pero no se cruzaron en los ya famosos pasillos de Mediaset: «Varias almas caritativas se preocuparon de que no coincidiéramos». Según imágenes de archivo, cuando Emma García le comenta al ex guardia civil que Rocío está mal, él parece no tomarse en serio su situación: «Está pletórico de saber que estoy deprimida, porque él ya lo sabía en ese momento. No es que se mofe, es que se alegra», se lamenta Rocío. Como le duele que se hable de la depresión desde la ignorancia: «Se habla con poco respeto de esta enfermedad» .
Pero es consciente de que, además, podría influir en su divorcio: «No quise ir antes al psiquiatra porque temía que lo usaran contra mí en la custodia». No se equivocaba, porque en la sexta modificación de medidas solicitadas por Antonio David Flores, el abogado recurrió a los informes privados para pedir que el niño se fuera con el padre. Y todo por un fin económico: 4.600 euros para el mantenimiento de los niños. Entre los gastos, Rocío Carrasco asegura que se incluían la hormona de crecimiento para David (según el endocrino, su hijo no la liberaba) y la matrícula universitaria de Rocío en la CEU San Pablo de Sevilla, para lo que presentaron el folleto impreso obtenido en internet. Sobre la pensión establecida por el juez, Rocío ha preferido no entrar en detalles.