Rocío Carrasco: «Llegué a temer por mi vida y por la de mi hijo»

En ‘Ese hombre’, tercera entrega de la docuserie de Rocío Carrasco, sale a la luz la relación paralela de Antonio David con Sonsoles, el nacimiento de su hijo David y la reacción de su ex ante el divorcio

Dónde ver los capítulos completos del documental de Rocío Carrasco

Rocío Carrasco, Antonio David Flores y su hijo recién nacido en 1998 GTRES

Antonio Albert

«Vas a malparir a mi hijo» es la constante amenaza que Rocío Carrasco asegura haber recibido de Antonio David , que seguía escudándose en los celos y las hormonas alteradas de su esposa para acusarla de loca antes de admitir que mantenía una relación con Sonsoles, la camarera a la que descubrió besándose tras la barra de la terraza de Chipiona . Rocío seguía sufriendo ataques de pánico, contracciones y molestias que exigían descanso y tranquilidad: «Yo llegué a temer por mi vida, pero sobre todo por la de mi hijo».

Gracias a un recibo telefónico que superaba las 20.000 pesetas, Rocío supo que algo no andaba bien y descubrió que un número se repetía a todas horas. Era el de Sonsoles. Entonces decidió llamar, pero no fue la camarera quien contestó, sino su madre: «Soy Rocío Carrasco, la mujer del novio de su hija. Llamo para decirle que prepare una habitación para mi marido, que va para allá». Antonio David le suplicó que se lo pensara, pero ella se fue a un cuarto a dormir sola. La convivencia era difícil porque estaban en casa de Rocío Jurado, pero «lo debí hacer tan bien que nadie sospechó nada hasta que anuncié que nos separábamos», confiesa la hija de ‘la más grande’.

«No quiero entrar en los detalles de los problemas que tuvo David al nacer. Hubo que trasladarlo de hospital, se lo llevaron al 12 de octubre. Mientras el niño estaba ingresado, Antonio David le comentó que se iba a Málaga a recoger un premio: "Me dijo que su hijo estaba bien rodeado de médicos". Pero en realidad no fue a Málaga porque no le habían dado ningún premio. Habría ido adonde siempre…», continuaba.

«Mi hijo es la ternura personificada. Era bondad y moría por su madre: no me podía ver triste, era una maravilla, siempre cantando. Según Rocío Jurado, David era "un bombón de nata, un ángel, un ser luz". Yo me sentí culpable porque de no haber seguido en esa espiral de horror, todo habría sido diferente», añadía.

Su vida pública era ‘puro paripé’: en esa época sonaban rumores de separación, de peleas, luego de reconciliación e, incluso, de declaraciones románticas. Ambos lo niegan. Hasta junio de 1998, cuando Rocío decide llevarse a sus hijos a Chipiona para presentar la separación en septiembre. La reacción de Antonio David fue contundente: «¿Te vas a separar? Pues te vas a cagar. No sabes de dónde te van a venir. Te vas a levantar de una y te va venir otra».

Para Rocío, esa amenaza «es la única verdad que ha dicho en su vida». «Mi madre lo escuchó. "¿Que mi hija se a va qué?", le dijo enfurecida mientras subía la escalera. " Tú te callas, Rocío Jurado . Tú no sabes quién es Antonio David Flores"». (Es la primera vez que Rocío Carrasco dice el nombre de ‘ese ser’, como ha venido haciendo hasta ahora). Sabía muy bien qué debía decir para callarla, «porque lo único que temía mi madre era el escándalo».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación