Régine, mucho más que reina de la noche en París y Nueva York
La muerte de la cantante, empresaria, actriz, mujer de negocios fue anunciada el domingo 1 de mayo
El título de 'reina de la noche' queda muy pequeño para Régine Zylberberg , cantante, empresaria, actriz, mujer de negocios, creadora de 'imperios' multinacionales del arte de vivir la noche, el lujo y los más diversos placeres con gracia cosmopolita.
Régine nació el 26 de diciembre de 1929, en Anderlecht, Bélgica. Su muerte en la región parisina fue anunciada el domingo 1 de mayo, dejando tras sí varias leyendas de hondísimas raíces nocturnas, trágicas y festivas.
Los padres de Régine eran judíos asquenazis de origen polaco, que huyeron de Bélgica, para instalarse en París, cuando el padre perdió su panadería jugando al póker. Durante la Segunda guerra mundial, la familia continuó huyendo y recaló temporalmente an Aix-en-Provence, donde comenzó la iniciación de Régine a la vida nocturna: esperando en el Casino de la ciudad que su padre terminase sus partidas de cartas hacia el alba.
Con esa vaga experiencia, de vuelta a París, en 1945, el padre pidió a la hija que se ocupase de animar en bar de copas, en el barrio popular de Belleville, donde Régine descubrió sus talentos de animadora, en la gran época del jazz norteamericano que desembarcaba en París.
Siguieron un rosario de baretos y el primer club Régine, a la altura del metro Mabillon, en París, en los bajos de un antiguo hotel prostibulario donde vivió uno de los grandes pensadores alemanes del siglo XX, Walter Benjamin. Aquel Régine, minúsculo tuvo un éxito fulgurante. Siguió New Jimmys, en Montparnasse. Comenzaba una carrera vertiginosa. El gran arte de la vida nocturna de Régine permitió crear nuevas 'sucursales' del navío insignia parisino, en Nueva York, Monte Carlo, Saint-Tropez, Ginebra, Düsseldorf, Kuala Lumpur, El Cairo, Estambul, Marbella, y un interminable etcétera en varios continentes.
Régine no solo 'vendía' arte de vivir la noche en las grandes ciudades. Ese arte iba acompañado de la creación de restaurantes en grandes hoteles (Park Avenue en Nueva York), donde también se ofrecía moda de alta costura. Ese talento culminaba con la transformación de viejas tradiciones en modas arrolladoras. En Nimes, donde el torero Simon Casas triunfaba al frente de la gestión de una gran feria taurina, Régine renovó frente a la plaza un gran hotel muy lujo glamour cosmopolita.
Su carrera como empresaria internacional 'solo' era una parte de su vida artística, como cantante, estrella de music-hall, protagonista de revistas de alto copete, como actriz.
Entre 1965 y 2016, Régine montó, protagonizó o lanzó una veintena de grandes espectáculos. Por las mismas fechas, tuvo tiempo para trabajar en una quincena de películas, interpretar un centenar de canciones de éxito y publicar media docena de libros.
En París, tuvo como amigos y cómplices a la gran élite del París nocturno de 1950 a finales del siglo pasado, de François Sagan a Jacques Chirac, de Brigitte Bardot a Georges Pompidou o Rudolf Nuréyev. Sus idas y venidas entre Nueva York y Miami le permitieron codearse con Sinatra y Julio Iglesias, entre un larguísimo etcétera de celebridades.
Dos matrimonios y un hijo, fallecido antes que ella, quizá no resuman con precisión una vida sentimental de gran señora de mucho trapío. Su hermano menor creo un imperio de industria textil. Ambos crecieron a salto de mata, en una Francia perseguida por las furias de la guerra. De aquella experiencia trágica, educada en el riesgo permanente, Régine adquirió la fortaleza y sensibilidad imprescindibles para triunfar e imponer su arte en la vida nocturna de París y otras muchas grandes ciudades.
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