El Príncipe Andrés pide un jurado popular para su juicio por abuso sexual
El hijo de la Reina Isabel II sigue negando las acusaciones de Virginia Giuffre en su contra
Los datos de la consultora británica You Gov muestran que al 62 por ciento de la población del Reino Unido no le gusta nada o tiene una opinión negativa del Príncipe Andrés (61 años). No obstante, parece que el conocido como ‘hijo favorito’ de la Reina Isabel II no tiene conciencia de las pocas filias y las muchas fobias que provoca, ya que ha pedido que el juicio al que posiblemente se enfrentará por las acusaciones de abuso sexual sea con un jurado popular compuesto por 12 ciudadanos y no por un juez. Quizá considera que el público estadounidense será más benévolo -la demanda fue interpuesta en Nueva York- o sencillamente sus abogados creen, por algún motivo legal que no ha sido explicado, que esta es la mejor forma de salir indemne del amargo trago que le espera, no solo a él, sino sobre todo a su madre, que con casi 96 años no está para estos disgustos.
Al responder oficialmente a la demanda por abuso sexual de Virginia Giuffre, de 38 años, una de las víctimas de la trama de violación y abusos del pedófilo ya fallecido Jeffrey Epstein y de su ‘Madame’, Ghislaine Maxwell, y que asegura que cuando tenía 17 años fue obligada a mantener relaciones con el duque de York, éste defiende una vez más su inocencia. Además, en el documento de una docena de páginas presentado el miércoles ante el juzgado estadounidense por sus abogados, liderados por Andrew Brettler, también niega que fuera «amigo cercano» de Maxwell, aunque admite que conoció a Epstein en 1999.
Desestimación
Asimismo, pide que se desestime el caso por varias razones, entre ellas que Giuffre es en la actualidad residente de Australia; que ha pasado demasiado tiempo desde los presuntos hechos o porque la demandante habría renunciado a sus derechos tras firmar un acuerdo con Epstein en el 2009 en el que acordó no demandar a nadie relacionado con el pederasta que pudiera ser considerado un «potencial acusado». El documento, divulgado por un tribunal de Nueva York a inicios de este mes, revela que el magnate le pagó a Giuffre medio millón de dólares (unos 450.000 euros al tipo de cambio actual) por su firma en ese trato.
Con respecto a la fotografía que ha dado la vuelta al mundo y en la que parece el Príncipe Andrés abrazando a Giuffre por la cintura cuando aún era adolescente, y que la demandante asegura que fue tomada en la casa de Maxwell en Londres «antes de que el Príncipe Andrés abusara sexualmente» de ella, los abogados responden que su representado «carece de información suficiente para admitir o negar las acusaciones contenidas en el párrafo treinta y ocho de la demanda».
Giuffre demandó al hermano pequeño del Príncipe Carlos en agosto del año pasado y el pasado 12 de enero, el juez Lewis A. Kaplan dio luz verde al caso, que si no se soluciona con un acuerdo extrajudicial podría acabar con el tercer hijo de la monarca inglesa sentado en el banquillo de los acusados el próximo otoño, concretamente en algún momento entre septiembre y diciembre, siempre que, claro está, decida presentarse, una opción que muchos dan por imposible. No obstante, su petición de un jurado popular ha despertado la duda de si eso significa que estaría dispuesto a dar la cara, algo que algunos expertos reales ven como la única posibilidad de que limpie su imagen, aunque solo, por supuesto, si fuera declarado inocente. En todo caso, los datos indican que más del 90 por ciento de los casos civiles en Estados Unidos se resuelven antes de llegar a juicio. Quizá esta es la esperanza del acusado.