La primera retransmisión pandémica

Las medidas de distancia social y la limitación de aforo en la Catedral de San Jorge han ayudado a crear un clima intimista

Guillermo y Harry protagonizan su primer acercamiento a la salida del funeral

La exquisita banda sonora del funeral de Felipe de Edimburgo

Interior de la capilla de San Jorge Gtres / Vídeo: Solemne despedida de la Familia Real británica al Duque de Edimburgo - Atlas

Antonio Albert

El funeral ha seguido al milímetro la escaleta diseñada con esmero por Felipe de Edimburgo, pero el guión no contemplaba cómo iba a afectar la pandemia a la primera retransmisión de un acto de estado de estas características.

El féretro camino a la capilla de San Jorge Gtres

Posiblemente, lo que hasta ayer parecía un problema para los organizadores se ha convertido hoy en un inesperado aliado para crear un clima intimista, sobrio, emotivo . Los escasos invitados han mantenido en distintos momentos la cabeza gacha para evitar que las cámaras robaran sus reacciones más íntimas pero, al ser pocos, su empeño ha sido baldío: hemos sido testigos silenciosos de las lágrimas de la reina y el príncipe (por protocolo), la viuda y el hijo (en la vida real).

Basta con echar la vista atrás para recordar cómo fueron las pompas fúnebres de Lady Di : el cortejo fúnebre atravesando todo Londres, la abadía de Westminster hasta la bandera, el interminable desfile del coro hacia el altar, los discursos del primer ministro Tony Blair y de los hermanos de Diana de Gales, Earl Spencer y Sarah McCorquodale… Todo era excesivo, más propio de un ‘show’ que de un funeral. En aquella retransmisión, la realización mostraba lo que sucedía en la misa mostrando al tiempo las reacciones de la gente de la calle, buscando la empatía de los espectadores a través de sus iguales, no por la emoción del momento en sí.

Procesión tras el féretro del duque de Edimburgo Gtres

El funeral del Duque de Edimburgo ha sido, sin embargo, un acto íntimo que, en clave televisiva , podríamos definir como de orfebrería: planos generales y planos detalle, combinados sin prisa, con elegancia y permitiendo al espectador recrearse en pequeños detalles que habrían pasado inadvertidos. Con una planificación calculada para acercarnos al dolor con respeto, la retransmisión ha emocionado con la música, con la belleza del templo, con la sensación de cercanía con cada uno de los invitados. Pero, además, ha emocionado con los vacíos y silencios provocados por los protocolos de la pandemia y que, por otra parte, son los mismos vacíos y silencios que nos deja la muerte.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación