De «pija siniestra» a artista irreverente, así es «Virgen María» la hija de Verónica Forqué

La joven de 31 años acompañó a su madre hasta Málaga el pasado fin de semana para asistir a la gala de los Goya

María Forqué Instagram
Angie Calero

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Uno de los rostros más familiares que acudió el pasado sábado al Teatro del Soho Caixabank de Málaga fue Verónica Forqué (65 años). La actriz posó sobre la escueta alfombra roja de la 35ª gala de los Goya, animó a todos los españoles a ponerse la vacuna para que pronto podamos volver a la normalidad de antes de la pandemia y protagonizó junto a Ángela Molina un abrazo de película para felicitarla por ese merecido Goya de Honor. A pocos metros de distancia del teatro de Antonio Banderas, en una habitación del Gran Hotel Miramar, su hija María Forqué (31) seguía la gala en directo y aparecía ante sus más de 100.000 seguidores de Instagram con un conjunto de ropa interior de encaje blanco y un vestido de muselina transparente.

Fruto de su matrimonio durante 34 años con el productor Manolo Iborra , María se dio a conocer a los 22 años, cuando estudiaba Bellas Artes y apareció en aquel polémico anuncio de Loewe que se estrenó en 2012, donde apareció junto a otros jóvenes que ya apuntaban maneras en el mundo del arte y la modernidad. En aquel video María recordó a su abuela y parafraseó a su madre en 'Kika' con su mítico «¡Arriba la pestaña!». Dijeron entonces de María que era una «pija siniestra» y le dio bastante igual. Ahora, casi diez años después, se considera una exploradora de la mujer y, tal y como ella misma ha comentado en alguna entrevista, le gusta definirse con cinco palabras: meditación, sexo, música, conexión y Dios .

Vegana y amante de los animales, no bebe cerveza y no le gustan los bares. Aun así, no escatima en gastos cuando sale de fiesta: su cuenta en una noche de juerga puede ascender a los 300 euros , según contó en una entrevista para 'Esports Vodafone'. Tras estudiar un curso de interpretación en Nueva York, María Forqué volvió a España en 2015 convertida en una artista multidisciplinar. Lo mismo ejerce como pinchadiscos que compone música mientras se cuelga en una barra de pole dance que le hace tener un cuerpo asombrosamente fibrado.

En su perfil de Instagram se hace llamar Virgen María . Un nombre artístico irreverente y heterodoxo , como todas sus poses y facetas, que buscan precisamente eso: provocar y generar al mismo tiempo un sorprendente magnetismo . Y, aunque ya no están disponibles las fotografías de 'Blood Bath', una de sus primeras performances , donde aparecía en una bañera llena de sangre simulada, sí están disponibles sus fotomontajes, donde su cuerpo es el principal protagonista, hasta el punto en que Instagram le ha censurado imágenes en varias ocasiones. Y es que, si antes se embadurnaba en sangre, ahora llena su cuerpo desnudo de brillantes de todo tipo, gominolas y tatuajes de quita y pon con dibujos de besos.

«Mi hija es muy valiente. Me da un poco de vértigo, pero la adoro. Yo era transgresora, pero no tanto », contó Verónica Forqué a 'Loc' sobre María en 2015, cuando empezó a despuntar como artista. La propia María aseguró el año pasado que al principio su madre no se tomó muy bien que ella «fuera desnuda todo el tiempo». Poco a poco fue aceptándolo.

Madre e hija se llevan muy bien y están muy unidas. Desde que Verónica Forqué se divorció en 2014, ella y María hacen dos viajes juntas al año, uno en verano y otro en Navidad. Viven juntas en la casa de la artista en Pozuelo de Alarcón, a las afueras de Madrid. Una casa llena de espiritualidad y buena energía que le ha servido a María como escenario para muchas de las fotografías artísticas que ha publicado en su cuenta de Instagram.

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