Patricio Alvargonzález: «Si hablásemos con la libertad de Tamara Falcó viviríamos en una sociedad ideal»
El nieto putativo de García Berlanga charla con ABC sobre la novela con la que sonroja a la aristocracia
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Patricio Alvargonzález Royo-Villanova siempre ha preferido sus guiones de cine, su gran pasión, pero cuando le ofrecieron la posibilidad de publicar su primer libro, no se resistió. Con mucho humor, algo imprescindible en su vida, el nieto putativo de García Berlanga hace una mordaz crítica sobre la nobleza en ‘Conservados en champán’.
Hábleme de la obra
Es una novela de humor con la que pretendo rescatar un género que está olvidado. Tiene cosas de actualidad, otras que son directamente críticas con situaciones que pasan, modas... aunque no nace de la provocación.
¿Cómo surgió la idea de escribir su primer libro?
No tenía ni idea de hacer una novela pero ya se sabe que en España sales diez minutos en televisión y ya estás capacitado para escribir un libro. Me llamó la editorial, Espasa, para que escribiera y encantado. Es una unión de muchas escenas e ideas, de todo el mundo que me rodea. Tiene mucho de mis abuelas y mi bisabuela, pero nadie se puede reconocer en ningún personaje, son muy burdos y exagerados.
¿Hay algo suyo en el personaje de Cayetano?
Nada. Patricio no se expresa, no trata así al servicio, pero sí que le hace gracia las cosas que dice Cayetano aunque él nunca las diría en serio, las dice como chiste. Es el fino rasero y el peligro que puede haber porque el humor es el arma más peligrosa que tenemos hoy en día. Decir una cosa últimamente puede costarte trabajos y juicios.
¿En qué se inspiró para ese personaje?
En gente que he conocido, pero como digo siempre, no conozco a alguien tan detestable como el propio Cayetano. Hay gente que no se da cuenta de los comentarios que hace, como el otro día con la polémica de Samantha Vallejo-Nágera, con ese titular tan desafortunado de que no encuentra chicas para trabajar en su casa porque creen que se cocina con esferas. Me reí porque es una cayetanada pero eso no quiere decir que ella sea así y que tenga ese tipo de pensamiento. Otro personaje que me fascina es Tamara Falcó. Cada vez que sale en televisión arrasa. Es una mentalidad tan abierta y tan libre que por eso al final, la acabamos envidiando. No es egoísmo, habla con total libertad y pensando simplemente en lo que a le parece. Si todos hablásemos con la libertad y sin la maldad con la que habla ella, viviríamos en una sociedad ideal.
¿Qué es lo peor que le puede pasar a una familia de bien?
Venirse a menos. Es el terror que tienen, pero cuanta más decadencia, mejor para contar historias.
¿Qué es lo peor que le puede pasar a una familia de bien?
Sobre todo por lo que decíamos de las pieles finas. A la gente le molesta mucho la aristocracia, la monarquía...
¿Molestan más los nuevos ricos?
No tengo problema con eso. Me fastidian más los ricos con pretensiones que simplemente los nuevos ricos, que lo único que haces es dinero. Hay unos ricos estupendísimos que no van de nada como los futbolistas. Me cae mejor un futbolista mismo que se le ve que es un hortera, que no aspira a más, solo a que se le vea con su yate y con su modelo de tetas postizas veraneando en Ibiza.
Siempre está bromeando, ¿con qué temas se pone serio?
Con muy pocos y es una cosa que me han echado mucho en cara, incluso en mi familia aunque mi abuela Carmen, la madre de mi madre, no tanto porque tiene mucho sentido del humor. Es con la que más puedo hablar tranquilamente porque con el resto del mundo siempre hay que andarse con cuidado porque hay temas que bueno… Cuando hay una desgracia, lo primero que se me ocurre es tratar de reírme de ella, como un ejercicio de intentar sacar un pensamiento más mordaz sobre lo que ha pasado. No es reírme del personaje, por supuesto. Quizá el cine es el tema que me pone serio. Soy muy pedante con eso. Mi muerte perfecta se sentarme junto a José Luis Garci e ir muriéndonos poco a poco mientras hablamos de cine.