Ana Obregón: «Me hubiera prostituido por salvar a mi hijo»
La presentadora se abre en canal ante Bertín Osborne y relata, rota de dolor, el calvario que vivió su hijo
Ana solo sueña con «volver a nacer para volver a esta vida sin mi hijo»
![Ana Obregón, dutante la entrevista con Bertín Osborne](https://s1.abcstatics.com/media/gente/2022/02/22/ana-obregon-kVWD--1248x698@abc.jpg)
Ana Obregón sigue en pleno duelo por la muerte de su hijo Aless . No es que haya superado las cinco etapas que lo caracterizan (negación, ira, negociación, depresión y aceptación), es que va dando tumbos de una a otra y parece atrapada en el proceso. Ana está rota. Se la ve. Ha recogido como ha podido las piezas de su ser y se ha recompuesto para acudir a ‘Mi casa es la tuya’, donde ha usado a Bertín Osborne como terapeuta para exorcizar su dolor. La conversación, que no entrevista, se grabó el pasado 11 de febrero en Marbella, donde se refugia para meditar frente al mar. Ana ha reconocido que ha cobrado su caché habitual, que donará íntegro a la Fundación Aless Lequio: «Jamás me lucraría con mi dolor», ha explicado para despejar las despiadadas dudas que crecen por las redes como la mala hierba. Ana se ha puesto un vestido corto negro, con cuello y mangas blancos, que compró el día que supo que estaba embarazada y se fue a Italia a dar la buena nueva a sus suegros. Llevaba 30 años en una percha, pero ha llegado la ocasión para descolgarlo y lucirlo de nuevo.
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Ana ha relatado cómo descubrieron el tumor, tras los dolores de estómago de Aless padecía. Lo llevaron al hospital y esa misma noche entró en quirófano. El diagnóstico, un tumor, un sarcoma de Ewing, muy agresivo. Con la biopsia, se fueron a Nueva York para tratarle con protonterapia. Siete meses, 10 horas al día en el hospital y más de 100 quimios redujeron el tamaño del tumor un 90%. Ana reconoce la suerte de tener dinero para afrontar ese gasto: «Si no lo llego a tener, me hubiera prostituido por salvar a mi hijo». Ese viaje lo llevó con discreción, llegando a mentir a sus padres para evitar darles la noticia. Pero al final se enteraron por la prensa: «Reaccionaron fatal, pero con fuerza». Meses después, el tumor volvió. Fue la única vez que Ana vio a su hijo afectado, él que se dedicaba a dar ánimo a otros enfermos de cáncer desde su cuenta de Instagram. Más pruebas, más operaciones. «Hay poco que hacer», fueron las palabras de los médicos. Se fueron en ambulancia a Barcelona. Ana ha repasado los últimos días con su hijo, las noches en vela, un colchón tirado en la habitación. Alquiló un apartamento para ducharse, cambiarse y descansar un poco. Luego volvía al hospital: «Cada dos horas había que pedir morfina». Ana nunca olvidará ese lunes, «ese puto lunes», en que Alessandro la llamó para darle la terrible noticia: iban a sedar a su hijo para que dejara de sufrir. «¡Vaya mierda, Bertín! ¡Cómo sufrió, joder! Sufrió muchísimo», Ana se rompe: «Fue muy valiente». Tenía 27 años y la enfermedad le había devastado.
![La actriz junto a su hijo](https://s3.abcstatics.com/media/gente/2022/02/22/ana-obregon-2-U401905529621gHB-U50240021681vKI-510x500@abc.jpg)
«Cuando pierdes un hijo sientes el dolor infinito, que no tiene límites, y también el amor infinito (…) Y se fue y yo me fui con él. Ahí dejé de ser fuerte, aunque lo había sido cuando mi hijo me necesitaba (…) Me parece tan injusto que yo esté aquí y él ya no, que no pueda divertirse, formar una familia (…) Yo me perdono la vida todos los días. Mi hijo me ha dejado una lección de vida, de hacer las cosas con el corazón, de pasar tiempo con la gente que quieres», se consuela. La llamada de los Reyes, que tanto agradeció, es lo poco que Ana recuerda de esos días: «Creo que estuve en ‘shock’ porque no me acuerdo de nada. Ese día me morí. Me metí en mi cuarto y estuve seis meses sin salir, sin hablar». A pesar de los estragos del dolor, Ana no ha acudido a un especialista: «No he querido. Prefiero salir de esto por mí misma, por mi trabajo interior». Lo hace siguiendo las lecciones de su hijo («no colecciones cosas, colecciona momentos, porque eso es lo único que te llevas de esta vida») y se va a centrar en su legado: «He creado la Fundación para especializarse en la lucha contra este tipo de cáncer que afecta a niños y jóvenes. Esto me motiva (…) En España mueren 300 personas al día de cáncer. Es tremendo (…)». Son tantas las experiencias que Ana ha vivido que reconoce que le han hecho una oferta que se ha visto obligada a rechazar: «Me han pedido que escriba un libro, pero no soy capaz».
Es tal el desgarro que Ana reconoce que no ha podido enfrentarse al duelo por la muerte de su madre: «No he podido, no hay sitio en mi cuerpo para todo ese dolor». Ya llegará. Mientras, Ana solo sueña con «volver a nacer para volver a esta vida sin mi hijo».