Alfredo Fraile y los secretos confesables e inconfesables de Julio Iglesias

El exmánager de Julio Iglesias ha fallecido esta mañana a los 78 años tras contagiarse de coronavirus

Alfredo Fraile Gtres

Antonio Albert

Alfredo Fraile (Madrid, 1943) ha fallecido esta mañana a los 78 años tras contagiarse de coronavirus.

Estuvo 15 años (de 1971 a 1986) como representante de Julio Iglesias , forjando la carrera de nuestra mayor estrella internacional. Eran como hermanos. Con él se van todos sus secretos, los confesables y los inconfesables, aunque los primeros perduran en forma de memorias ('Secretos confesables' se publicó en 2016) y los segundos, como leyendas: parafraseando a Jardiel Poncela , ¿pero… hubo alguna vez 3.000 amantes en la agenda de Julio Iglesias? El mito de 'latin lover' -que llegó a conquistar incluso a 'Las chicas de oro', serie en la que apareció como artista invitado y 'sex symbol'- se alimentó de ese rumor que nunca fue negado, tampoco admitido, tan sólo se dejó correr porque, como bien sabía Alfredo, había que engrandecer su leyenda. Para ello, nada mejor que seducir, en un sentido literal, a su audiencia. «Pero a Julio le volvían loco las mujeres exóticas, especialmente latinas y mucho más si eran modelos o azafatas», relataba Fraile en su libro. «Era habitual que Julio invitara a multitud de chicas a pasar unos días en su casa de Miami. Por allí iban desfilando una tras otras. A veces se juntaban varias a la vez…». Con anécdotas así, ¿cómo saber si es mito o realidad? Lo cierto es que todas las chicas que eran cordialmente invitadas a desaparecer recibían un reloj Cartier. Julio tenía en casa una caja llena de esos carísimos regalos de despedida.

«Julio y yo íbamos al mismo colegio, nuestras familias eran amigas, así que teníamos mucha confianza . Pero cuando empezamos, no había un manual para llevar su carrera», reconocía Alfredo Fraile en una entrevista a Toni Garrido . «Llegamos a salirnos de la carretera en Murcia, descubrimos en Galicia pueblos que ni sabíamos que existían, fuimos a sitios donde nos pagaban en negro y contábamos los billetes bajo una farola, también sitios donde no pagaban y salíamos pitando… En esos años dormí más con él que con mi esposa». Así recordaba Alfredo Fraile los primeros años de una carrera que obligó al Libro Guinness de los Récords a crear una categoría exclusivamente para Julio Iglesias, el Guinness Diamante, para reconocer sus ventas millonarias.

Cuando llegaron los tiempos de giras interminables y conciertos multitudinarios, la 'hermandad' se vio afectada por la actitud del cantante. Alfredo, que había visto cómo se comportaba Julio con su esposa y sus hijos, sintió que había llegado el turno de sufrir en sus carnes ese insufrible egoísmo que acompaña al divismo. Su ruptura sorprendió a la industria musical. La relación no volvió a ser la misma: mantenían un trato cordial, aunque a distancia. De hecho, en el 70 cumpleaños de María Eugenia , su esposa, Julio le mandó un mensaje especialmente cariñoso que Alfredo agradeció de corazón.

En 2018, cuando Disney anunció la producción de una serie basada en el libro de Fraile, Julio le hizo un ruego: «Lo único que te pido es que no hables mal de mí. Tienes mi confianza y bendición». Pero por las dudas, el cantante emprendió una batalla legal y finalmente logró que se cancelara el proyecto al año siguiente: oficialmente nunca lo vetó, pero sus exigencias -entre ellas su derecho a la aprobación final de los guiones- lo hacían inviable.

Alfredo nunca pudo ver su libro en pantalla, pero sus párrafos esconden auténticos tesoros: cuando en una imprevista visita de su padre, Chabeli soltó «será que ha venido el fotógrafo del ‘¡Hola!’ y quiere que vayamos a posar» o cuando revela que «Julio se había dedicado a destrozar a Enrique . De cara a la prensa, trataban de guardar las formas, pero la relación distaba de ser la que cualquier padre desearía».

La angustia y el sentimiento de culpa de Julio cuando su padre fue secuestrado por ETA o los celos que le llevaron a pedirle que contratara un detective para comprobar si Isabel Preysler le había sido infiel también formaron parte de esa historia en común. Algunas cosas les unían, otras les fueron separando con el tiempo: «hasta que al final fue como un divorcio», confesó.

Alfredo Fraile y Bertín Osborne

En 1986, roto el tándem, Bertín Osborne le llamó, pero Alfredo quiso primero comprobar la viabilidad de la carrera internacional del ahora presentador de 'Mi casa es la tuya'. Tenía mucho potencial: viajaron a Los Ángeles y tras negociaciones con varias discográficas, le hizo firmar con Capitol Records un contrato para un disco en inglés. Fraile demostró, una vez más, su talento para gestionar una carrera, aunque la aventura internacional de Bertín duró poco porque, según el propio mánager, «el éxito que buscaba exigía importantes renuncias. Lo pudo comprobar un tiempo, hasta que vi que todo ese sacrificio era demasiado grande y decidió volver a España con su familia». Años después, ambos volverían a coincidir: Alfredo como productor y Bertín como presentador en el programa 'Latinos', en Telemadrid. En esa época, Alfredo conoció a Fabiola y a su hijo , quedando impresionado por el cambio de vida del cantante: «Sus sufrimientos le han hecho madurar y han hecho crecer el perfil humano de su personalidad. Es uno de los seres más humildes y entrañables que he tratado». Curiosamente, había vivido una experiencia que le recordaría mucho a ese momento en que Julio, llorando a lágrima viva, le confesó la envidia que le procesaba por tener una familia y ser tan feliz sólo con eso. Bertín había seguido los pasos de Alfredo, no los de Julio.

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