Mónica Hoyos: «Ha llegado el momento de soltarme la melena»
La actriz está teniendo un verano muy especial. Con ella recordamos su viaje a Italia junto a su hija, Luna
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«Este verano ha sido diferente porque mi hija (Luna, fruto de su relación con Carlos Lozano ) ha estado estudiando en Alemania y he tenido más tiempo para mí sola, así que he podido soltarme un poco la melena, que falta me hacía, ... porque creo que he llevado mucho tiempo el pelo recogido, el moño demasiado hecho», bromea Mónica Hoyos en una entrevista con ABC sobre su verano. Se encuentra en un buen momento personal: «Me veo mona y debo aprovecharlo. Y lo digo sabiendo que hay quien dirá que me lo tengo creído, pero es que debemos reivindicar nuestro derecho a decir que nos vemos bien cuando nos sentimos bien. La felicidad también consiste en aplaudirte sin temer la reacción de los demás».
A Hoyos le ronda una idea desde hace tiempo para crear un reality de mujeres que llegan a los cuarenta y se hacen la misma pregunta: «¿Y ahora qué?». «Yo misma me la hago porque de pronto te cuestionas muchas cosas: si estás sola o no, si tienes hijos o no, si profesionalmente puedes llegar más lejos… Nos preguntamos qué podemos aportar y qué sueños no se han cumplido. Y aunque parezca una tontería, yo, por ejemplo, no voy a dejar de ponerme un vestido blanco de novia. Yo me caso como sea». Está convencida de que su formato tiene salida: «No hay que ver el éxito de las redes sociales, que son otra forma de reality. Por muchos filtros que usemos, al final hablamos de un contenido constante sobre la vida de los demás». Eso sí, nada de broncas: «El mal rollo en televisión es agotador. Yo lo he vivido en mis carnes, con colaboradores contando mi vida y yo en casa sin dar crédito al escuchar tantas mentiras. He vivido situaciones muy heavies. Esos programas hacen mucho daño porque la gente al final se cree lo que cuentan, te señalan por la calle y todos opinan sobre ti sin conocerte de nada».
Amante de la playa, Hoyos ha pasado sus días de sol en Son Caliu, en Mallorca, y en las calas de Roche, en Cádiz. Pero también se ha reservado unos días para visitar a su hija en Múnich. Luna cumple años en junio, el mismo día que su abuelo, y para celebrar los aniversarios en familia, la actriz viajó con su padre. Se ha quedado prendada de la ciudad: «Es como de cuento, con sus casitas de colores, sus parques tan cuidados. Y luego ves esas abuelitas con sus cochazos descapotables y te quedas maravillada. Ver cosas así, tan bonitas, te inspira para querer mejorar».
El verano por Italia
Pero si hay un verano que recuerda con nostalgia es el de 2019, cuando participó en ‘ Supervivientes ’: «Si no fuera por mi hija, me habría quedado seis meses más en Honduras. Ese concurso me hizo mucho bien, como persona y también a nivel imagen, tanto personal como profesional. Allí no se puede mentir, todo acaba saliendo a la luz porque se te acaban las fuerzas. Llega un momento en que solo piensas en comer . Y al final, ni eso, porque tu metabolismo acaba por acostumbrarse al hambre. Pero yo pude demostrar que soy fuerte, que no me callo, que no me gusta dorarle la píldora a nadie».
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Para compensar tantos meses de pruebas, broncas y playa, Hoyos eligió Italia como destino cultural : «No me equivoqué porque fue un viaje maravilloso. Yo soy muy creyente, tengo mi fe, y esas pequeñas iglesias italianas son maravillosas. Además soy muy curiosa, soy de abrir puertas y colarme. He aprendido a que si entras con educación y buena energía, la gente te recibe con amor. Así, Luna y yo acabamos en un convento en Venecia hablando con una monja de clausura como si nos conociéramos de toda la vida».
Carencias afectivas
A Mónica Hoyos se le cae la baba cuando habla de su hija, no lo puede evitar: «Vengo de una familia de padres separados y no tuve algo que pudiera llamar un hogar. No quería eso para mi hija, no deseaba que sufriera las mismas carencias afectivas que tuve yo. Por eso me esforcé en crear un vínculo muy potente entre ambas. Mi hija es mi mejor amiga, pero eso no quita para que yo ejerza como madre y le ponga los límites necesarios, aunque es una chica madura, trabajadora, responsable, generosa con el tiempo que dedica a su padre y a sus abuelos. Lo que espero es que, gracias a esa base, con el tiempo pueda construir sus relaciones sentimentales con una sólida estabilidad emocional. Y, cómo no, que encuentre alguien que le corresponda».
Por su parte, Luna no le da consejos a su madre sobre sus apariciones televisivas : «Prefiere las noticias y los debates. Cuando la veo leer esos libros que le entusiasman, me pregunto a quién habrá salido, porque ni su padre ni yo leemos esas cosas».
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