Meghan Markle estalla contra Buckingham: «Hay una campaña de desprestigio calculada contra mí»
La duquesa de Sussex ha concedido una entrevista a Oprah Winfrey que se emitirá este fin de semana
El Palacio de Buckingham ha negado las afirmaciones de Meghan Markle en su entrevista con el Príncipe Harry concedida a Oprah Winfrey -que se emitirá este fin de semana- en las que aseguraba que estaba sufriendo una «campaña de desprestigio» contra ella después de que publicase que intimidó y despidió a dos asistentes personales de palacio.
La duquesa de Sussex afirmó que el diario 'The Times' «está dominado por el Palacio de Buckingham para vender una imagen totalmente falsa basada en información errónea engañosa y dañina» sobre su trato hacia el personal de la Familia Real británica . De hecho, los abogados de la exactriz norteamericana aseguraron que Meghan estaba «muy triste por este último ataque hacia su persona, particularmente porque además ella ha sido el blanco de acoso de la prensa sensacionalista y está decidida a apoyar a quienes han experimentado su mismo trauma y dolor».
Desde el Palacio de Buckingham se han negado a responder a estas afirmaciones, sin embargo fuentes consultadas por el diario «MailOnline» informaron que las quejas presentadas por los dos exmiembros del personal de palacio no fueron orquestadas y que ahora mismo están únicamente centrados en la salud del Príncipe Felipe de Inglaterra, quien se encuentra ingresado desde hace días.
Durante el tiempo que Meghan Markle vivió en el Palacio de Kensington, fueron cuatro los trabajadores que se marcharon -por voluntad propia o despedidos- del lado de la Duquesa de Sussex. El primero en abandonar el barco fue Edward Lane Fox tras la boda, el 19 de mayo de 2018. A finales de ese mismo año, y tras 17 años en el palacio de Kensington, Samantha Cohen renunciaba a su puesto como ayudante de Markle y el Príncipe Harry. Tras ella abandonaba la asistenta personal de la exactriz, Melissa Touabti . Según apuntaron los medios ingleses en su momento, la oleada de renuncias se debía al fuerte carácter de la Duquesa de Sussex. Varias fuentes aseguraron que era muy exigente y enviaba constantemente mensajes de texto a sus asistentes, además de que se comportaba de manera poco ortodoxa.
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