Mayte García, exmujer de Santiago Cañizares, se sincera sobre su separación
La pareja se casó en 2008 en Ibiza. Fruto de su matrimonio nacieron sus cuatro hijos
«Tanto Mayte como yo, queremos comunicaros que estamos pasando por un proceso de separación. Por el respeto, cariño, y apoyo que nos habéis procesado sobre todo en los momentos duros, nos sentimos en la obligación de ser nosotros quien os lo transmitamos. Hemos intentado ser un ejemplo para nuestros hijos, familia y amigos. Y es nuestro objetivo tratar de seguir siéndolo. Os pedimos máximo respeto, porque lo importante en estos casos es evitar el sufrimiento de los más pequeños. Un fuerte abrazo», con estas palabras por Santiago Cañizares y su mujer Mayte García anunciaba el final de su matrimonio. Concluían el mensaje pidiendo respeto por el bien de los niños.
Horas después del anuncio, García rompió su silencio en la revista '¡Hola!' donde dijo que la separación se había ejecutado en los mejores términos posibles: «Al final va a ser verdad que nada es para siempre, lo importante es la calidad, el cariño y el respeto que nos tenemos. Nos seguimos queriendo mucho… pero cada vez vemos la vida de forma más diferente». Esta semana ha vuelto a hablar con la publicación. «A veces las almas gemelas pasan etapas en las que no pueden estar juntas. Santi y yo somos almas gemelas, pero este no es nuestro momento de estar juntos. Mi hijo Santi nos enseñó a buscar la felicidad y eso es lo que estamos haciendo», ha dicho.
La pareja se casó en 2008 en Ibiza. Fruto de su matrimonio nacieron sus cuatro hijos Sofía , la mayor, de once años, y los trillizos India , Martina y Santi , que nacieron hace ocho. En 2018, se enfrentaron juntos a uno de los peores golpes que les deparaba la vida; el fallecimiento de Santi con tan solo cinco años. El pasado marzo la pareja recordaba al pequeño, que murió a causa de un tumor cerebral, tres años después de perderle. «Tres años sin ti… tres vidas desde entonces» escribía el deportista, que continuaba con ternura: «Y las que nos quedan… muñequito hermoso de Dios. Quédate tranquilo, aquí todo en orden».