El marido de Malicia, de Las Grecas: «Nunca se me olvidará su cara de angustia pidiéndome ayuda»
Alicia Robledo falleció el pasado lunes a los 63 años
Alicia Robledo , más conocida como Malicia, de Las Grecas , tenía 63 años cuando la muerte le sobrevino el pasado lunes. Se encontraba en casa y, como de costumbre, había decidido echarse la siesta en la habitación. Después de comer solía entretenerse viendo la televisión e interactuando con sus seguidores virtuales. Era su momento de calma. Su marido, el productor musical Antonio Pérez , permanecía en el salón e intentaba descansar: «De repente empecé a escuchar unos sonidos muy extraños y me acerqué a la cama. Alicia estaba desencajada, con los ojos muy abiertos, e intentaba hablar pero no podía. Tenía la boca torcida y solo emitía ruidos que eran ininteligibles. Me pedía ayuda con los ojos, me intentaba decir que no sabía lo que le estaba pasando», dice muy emocionado en conversación con ABC. Todo sucedió muy rápido. Antonio fue consciente de la gravedad de la situación y pidió auxilio: «Yo le decía todo el rato que no se fuera, que no me hiciera eso». Malicia dejó de respirar, sus labios se amorataron pero Antonio recordó que, en uno de sus cursos de primeros auxilios, le indicaron cómo hacer masajes cardiacos: «Estuve media hora, hasta que vinieron los médicos, intentando que reaccionara, hice todo lo que aprendí en los cursos pero no lo conseguí. Cuando llegaron los del SAMUR le empezaron a suministrar todo tipo de fármacos y, durante tres minutos, lograron que su corazón volviera a latir». Sin embargo, la paciente estaba tan débil que falleció poco después.
Sus restos mortales fueron trasladados de inmediato al Instituto Anatómico Forense donde se le practicó la autopsia que servirá para determinar las verdaderas causas de su muerte: «Por las circunstancias podría ser un ictus , pero no puedo asegurarlo hasta que dentro de un mes y medio o dos me digan en el juzgado lo que le ocurrió». No se descarta que el fallecimiento estuviera relacionado con complicaciones derivadas de una liposucción a la que se había sometido recientemente: «Lo único que sé es que ya no está y que nunca se me va a olvidar su cara de angustia pidiéndome ayuda. No pude hacer nada». Malicia fue incinerada durante la tarde del miércoles y recibió el homenaje de compañeros y amigos artistas que, desplazados hasta el crematorio, demostraron que era querida, admirada y respetada : «Si lo hubiera visto le hubiera encantado». DEP.