La llamativa y esperada reacción de Raquel Sánchez Silva tras el escándalo Mario Biondo
La presentadora recuerda que no fue imputada ni ha estado investigada en ningún procedimiento relacionado con la muerte del cámara
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Han pasado ocho años desde que Mario Biondo fue hallado sin vida en la casa familiar en la que vivía junto a Raquel Sánchez Silva . Desde entonces la familia del cámara italiano intenta demostrar que, en contra de lo dictaminado por la justicia española, su muerte no fue un suicidio sino un homicidio o asesinato.
Una cruzada judicial en la que los Biondo no están solos. Son muchos los criminólogos que apoyan la teoría de la muerte violenta. Óscar Tarruella es de los más vehementes al asegurar que el joven fue agredido por dos personas que le ahogaron y posteriormente le colgaron de una estantería .
Unos apuntes que la viuda no quiere oír. Poco después de enterrar a su marido, Silva decidió no volver a hablar sobre él. Se repuso de la fatalidad refugiándose en el trabajo y se volvió a enamorar. A pesar de que en un primer momento escribió una carta afirmando que Mario no quería morirse y que, por tanto, nunca pudo quitarse la vida, se negó a ayudar a la familia que le acusa de haber «complicado las investigaciones».
Dispuesta a todo
Tras abordarse el asunto en los medios españoles, Raquel se encuentra «sorprendida y dolida». La presentadora, que no quiere hacer declaraciones ni responde las llamadas ni los mensajes de este periódico, ha confirmado a su entorno más próximo que no le temblará el pulso a la hora de acudir a los tribunales si alguno de los familiares de Mario «vuelve a traspasar líneas rojas» .
En este sentido, fuentes cercanas a la conductora de 'Maestros de la costura' piden que se aclare que tanto la justicia española como la italiana solo la han requerido como testigo y que, en ningún caso, ha estado imputada o investigada por ningún delito relacionado con la muerte de Mario . Abrazada al silencio, la periodista está convencida de que la causa será archivada definitivamente en Italia porque considera que hay suficientes evidencias para entender que nadie terminó con la vida de su marido.
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