Laura Bozzo, en busca y captura en 190 países por evasión fiscal
Acusan a la presentadora de televisión de vender ilegalmente en México un edificio embargado por Hacienda
Laura Bozzo (Perú, 1950) fue en los años 90 la reina de los programas de testimonios que, en su caso, acababan a puñetazo limpio sin que los guardaespaldas presentes en el plató hicieran mucho esfuerzo por evitarlo. Aunque era evidente que todo estaba guionizado, los espectadores quedaban fascinados ante un espectáculo que en nuestras pantallas copió, de manera burda, una Leticia Sabater que usaba un secador del pelo como máquina de la verdad. El éxito de un formato en el que la presentadora humillaba sin contemplaciones a sus invitados le permitió venir a trabajar a España, donde fichó como colaboradora de ‘Crónicas marcianas’.
Aunque sus primeros programas tenían un sesgo feminista (‘Las mujeres tienen la palabra’) pronto descubrió el sensacionalismo que acompañaba a la miseria: infidelidades, violencia de género, adolescentes conflictivos, abuso de sustancias… (‘Laura en América’), jugando más un papel de juez que de periodista, alimentando la llama del escándalo con situaciones llevadas al límite. La impronta de su estilo televisivo hizo escuela en América Latina.
Ahora, un comunicado oficial de la Fiscalía General de la República mexicana reconoce que ha solicitado ayuda a la Interpol para buscar en 190 países, y detener, a Laura Bozzo, a la que se le acusa de un delito de evasión fiscal por valor de 550.000 euros tras vender de manera ilegal un edificio embargado por el Servicio de Administración Tributaria. Esta venta ilegal, catalogada como delito de depositario infiel, conlleva una pena de tres a nueve años de cárcel. Tras la solicitud de prisión preventiva por parte de un juez federal, la defensa ha solicitado amparo por motivos de salud. Por un lado, la periodista ha entregado sus pasaportes italiano y peruano, conservando únicamente el mexicano. Además, su defensa ha alegado que la presentadora no puede acabar en prisión porque padece un enfisema pulmonar. Debido a esa condición médica, aseguran que no puede permanecer mucho tiempo en ciudades como México, por su altitud con respecto al nivel del mar, por lo que reside en Acapulco y solo visita el D.F. para las grabaciones de su programa.
Reincidente
No es la primera vez que la periodista tiene problemas con la Justicia. En 2002, mientras intentaba huir a Miami desde Perú, fue arrestada y condenada a arresto domiciliario tras ser acusada de asociación ilícita para delinquir así como de haber recibido sobornos para desprestigiar a los políticos fieles al presidente Fujimori.
En una maniobra que pone de manifiesto su agudeza, Bozzo aceptó la condena pero eligió como residencia los platós de los estudios donde se realizaba su programa de televisión. Toda su carrera ha estado jalonada de acusaciones de fraude, abuso de poder y corrupción, pero ha ido cambiando de país y de programas para huir de las consecuencias.
Laura Bozzo tiene dos hijas, Alejandra y Victoria, fruto de un matrimonio de veinte años con el abogado Mario de la Fuente . En el amor tampoco se libró del escándalo, tras conocerse su relación con el músico argentino Christian Suárez, de la edad de sus hijas, cuando aun no había firmado el divorcio. La pareja duró diecisiete años.
Como en la vida de cualquier ‘influencer’ que se precie, las redes sociales de Laura Bozzo son ajenas al escándalo y sus publicaciones parecen encapsuladas en un universo paralelo de felicidad: fotos con su amiga Verónica Castro, posados patrocinados por las marcas que la visten, incluso un bailecito en bañador.
ABC se ha puesto en contacto con Alejandra Palomera , agente de Bozzo, para solicitar una entrevista, que ha declinado. Al llamar al teléfono personal de la periodista, una grabación comunica que ’este número ya no existe’.