Kiko Matamoros: la cara A y B del tipo duro de 'Sálvame'

Kiko Matamoros mostraba este martes su cara más afable y vulnerable. Acostumbrados al tipo duro que defiende a capa y espada sus ideas frente a todos sin importarle lo que piensen los demás, el televisivo contó ayer una de las peores experiencias que ha tenido quizá hasta la fecha: su lucha contra el coronavirus . Como es lógico, no lo ha pasado nada bien.

«Dentro de lo que se podía esperar empecé muy mal, con síntomas muy duros, con dolor el pecho y me acordé de un artículo que había leído de unos médicos de Yepes que trataban a los ancianos de las residencias con azitromicina y antihistamínicos y llamé a mi médico para ver si eso lo podía tomar», explicaba Matamoros en 'Sálvame'.

Y proseguía: «Gracias a eso, la verdad que al día y medio me desaparecieron todos los síntomas y lo único que he tenido es cansancio, un poco de dolor muscular, pero nada más». Matamoros ya se encuentra recuperado pero como ha reconocido ha sido un proceso difícil. Eso no le ha impedido sacar su lado más combativo para salir en defensa de su amigo Antonio David Flores .

Muy tajante y con ganas de que le dejasen dar su opinión sobre la docuserie 'Rocío: contar la verdad para seguir viva' ha expresado: «Ojalá, y lo digo con el corazón en la mano, podamos entender esa dejadez de su función como madre ». Matamoros ha cuestionado sobre todo este aspecto.

Ha recalcado que él no pone en duda lo que cuenta Rocío Carrasco pero sí cree que narra lo que «cree que es la verdad» y que hay cosas que no comparte. «No vengo a defender a Antonio David, pero tampoco vengo a cortarle la cabeza a nadie. Hay algo absolutamente inentendible desde los parámetros de una persona normal en Rocío Carrasco, ese aislamiento ... Ojalá explique esa dejación con sus hijos y el ponerles en mano de un 'monstruo', según ella», ha dicho.