'Granfluencers', las abuelas que lo 'petan' en redes sociales
La mayoría de ellas superan los 60 años y con su ejército de seguidores demuestran que la edad no importa
Hasta la llegada de Instagram en 2010 y el resto de redes sociales como Snapchat, YouTube o Tik Tok, entre muchas otras, los personajes públicos o famosos eran, en su gran mayoría, actores, modelos, cantantes, toreros... y sus descendientes. Pero con la llegada de las redes, los famosos fueron en aumento con una nueva categoría, la del 'influencer'. Están más de moda que nunca y las empresas se baten entre ellas para contratar sus servicios porque todo lo que tocan 'se convierte en oro'. Son personas con gran presencia y credibilidad en redes sociales gracias a su conocimiento de un determinado sector. Esto hace que tengan la capacidad de influenciar sobre la forma de pensar o actuar de sus seguidores, es decir, podríamos considerarlos como unos líderes de opinión digitales. Para ser 'influencer' es necesario contar con un número importante de seguidores en las redes sociales, interactuar con ellos de forma diaria y ofrecer información de calidad acompañado de un diseño atractivo.
Estamos acostumbrados a asociar a estos ‘influencers’ con jóvenes que, sobre todo, se dedican al mundo de la moda. Sin embargo existen muchos otros perfiles como las 'granfluencers', que se han convertido en todo un fenómeno viral. Son personas de edad avanzada, la mayoría de ellos abuelos que están revolucionando las redes sociales desterrando todos los estereotipos para convertirse en creadores de tendencias, además de demostrar que la edad no importa.
Una de las más famosas es Helen Ruth Elam (92 años), que bajo el nombre de Baddie Winkle ha logrado toda una comunidad de fans. Con tres millones y medio de seguidores, esta nonagenaria de Tennessee (Estados Unidos) es mundialmente conocida por su extravagante forma de vestir con trajes de lo más coloridos y modernos además de originales y brillantes complementos. Gracias a su estrafalaria personalidad, esta 'abuelita' ha conseguido patrocinar algunas de las marcas de moda y cosméticos más famosos. Puede llegar a cobrar hasta 10.000 euros por un patrocinio.
Lyn Slater es otra de las 'granfluencers' que a sus 67 años ha roto barreras demostrando la validez de su famosa frase: «El estilo no tiene edad». Acumula cerca de 755.000 seguidores en su cuenta de Instagram y se considera una auténtica apasionada de la moda. Licenciada en Derecho Penal, su estilo clásico pero moderno le ha proporcionado una legión de seguidores en todo el mundo y puede llegar a cobrar hasta 3.000 euros por cada publicación patrocinada. «No tengo 20 años. No quiero tener 20, pero soy realmente genial. En eso pienso cuando publico una foto», confesó durante una entrevista con el 'New York Times'.
Aunque trabaja como profesora, se ganó su reputación en redes sociales gracias a unos fotógrafos que la descubrieron cuando acudió para ver algunos de los desfiles en la Semana de la Moda de Nueva York. «En un momento de mi vida tuve que aceptar el hecho de que el envejecimiento era inevitable. No hay nada que puedas hacer para controlarlo, así que trata de pasarlo lo mejor que puedas», declaró. «Así que comencé a prestar más atención al tipo de ropa que llevaba. Es hora de una nueva perspectiva sobre lo que significa ser una mujer mayor».
Sarah-Jane Adams tiene 65 años y dos cuentas en Instagram: la primera, @saramaijewels, con la que ha obtenido más de 200.000 seguidores hasta la fecha y la segunda, @mywrinklesaremystripes, en la que acumula 42.000 seguidores. Nacida en Reino Unido, gracias a su fama ha logrado crear su propia línea de joyas, ha escrito un libro e incluso ha conseguido un contrato como modelo en IMG. «Yo era punk, y antes de eso hippie. Ahora he fusionado las dos culturas. Soy parte de la generación Germaine Greer. Pero en el mundo de las redes sociales, simplemente estoy agrupado con todos los mayores de 60 años», declaró durante una entrevista con 'Daily Mail'.
En el lado más joven de los 'granfluencers' e encuentra Grece Granem quien, a sus 56 años, acumula cerca de 600.000 seguidores y piensa que su fama no desaparecerá por mucho que envejezca. «¡Mantente visible! Una vez que las mujeres pasan cierta edad, ya no las miran», le dijo a 'Vogue' durante una entrevista. «No pienso desaparecer», aseguró. Hace unos años, Grece se mudó con su hija a Canadá desde su país de origen, el Líbano, donde había sido microbióloga. Una vez allí se convirtió en entrenadora personal y comenzó a formar un espectacular armario desde cero.
