Francine Gálvez: «Quiero una boda a lo grande y que me lo pida con anillo y rodilla en el suelo»
La periodista regresa a la capital para presentar ‘Madrid directo’
Sorpresa de la buena es la que se llevó la periodista Francine Gálvez cuando le anunciaron que volvía a Telemadrid para presentar 'Madrid directo'. Decidida y sin titubeos aceptó el reto y eso que actualmente vive en Alicante junto a su novio desde hace ocho años. «He vuelto a casa», asegura convencida de que esta profesión es una noria. Eso sí, el 2022 puede ser el definitivo para dar el «sí, quiero» que no todo va a ser trabajo en la vida.
¿Cómo sienta saber que a una la quieren en la casa (Telemadrid) donde vivió sus mejores momentos televisivos?
Ha sido una enorme sorpresa ya que no había movido ficha para este trabajo. Imagino que era una idea que la nueva directiva llevaba madurando pero yo no estaba al tanto, de todas formas sabes que en esta profesión pasan estas cosas y en un momento te cambia la vida tanto para bien, como es el caso, como para mal que también me ha ocurrido. He estado en programas donde me despedía el viernes y el lunes ya no estaba.
¿Cómo consigue que estos saltos no le afecten emocionalmente?
Hay que entender la industria en la que una trabaja y yo en esto llevo más de treinta años. Te aseguro que para ser periodista y presentadora hay que ser de una pasta especial y si tienes un gran ego puedes estar convencida de que no duras ni dos días. Supongo que han pensado en mí porque fui uno de los rostros de aquellos años fabulosos cuando trabajé en 'Madrid directo' y en 'Mamma mía' con grandes audiencias. Eso es lo que queremos recuperar.
Fue pareja de Víctor Sandoval en esos años y hay que ver la diferente manera que han tenido de desarrollar sus carreras. ¿Cómo ve al Víctor actual?
No creo que haya elegido de manera voluntaria donde está ahora pero es verdad que cuando te expones públicamente hay un premio y un coste. Hoy no creo esté en su mejor momento dado que es una persona muy trabajadora que podría estar en otra situación.
¿En sus momentos bajos profesionalmente hablando no le tentaron con otro tipo de proyección pública bien remunerada tipo 'realities' o confesiones íntimas?
Claro que me han tentado y es verdad que te hace pensar porque aparte del dinero es una manera de estar activa en otros ámbitos como las redes sociales ya que estamos en un momento complejo de reconversión industrial de la profesión. Reconozco que siento como si no hubiera dado el salto del cambio por una cuestión generacional. No hace mucho me decía mi amiga Amor Romeira que ella con medio millón de seguidores que tiene en redes ha hecho un medio de comunicación de sí misma y es gracias a los programas que ha estado. Lo que pasa es que yo no me veo.
Este trabajo diario en 'Madrid directo' le ha pillado con su vida instalada en Alicante donde reside junto a su novio. ¿Cómo se lo va a montar?
De la misma manera que decidí dejar Madrid hoy hago lo contrario. Mi vuelta es por algo que adoro hacer y no me costó ni 30 segundos decidirme. Este tiempo he estado muy feliz en Alicante, y la pandemia ha sido más leve, pero me fui porque Madrid se me hizo bola. La ciudad estaba desmedida y me di cuenta el día que tuve que salir de la acera de la Gran Vía porque no cabíamos. Hoy estoy reconciliada con la ciudad y Alicante está a 2,20 horas en AVE.
¿Qué hará su novio?
De momento se queda ahí, pero en el 2022 nos organizaremos para que venga. Seguimos muy cerca y no hay problema. Encima el día que empecé a trabajar se quedó libre mi casa que tenía alquilada, todo ha encajado.
¿Cree que es bueno para su relación que corra un poco de aire?
Como mujer independiente me gusta que corra el aire pero siempre teniendo muy claro lo que es el compromiso para los dos.
¿Le gustaría casarse?
No nos hace falta pero me gustaría y si no lo he hecho antes es porque soy tan convencional que pienso que si me caso es para siempre. Llevamos ocho años juntos y tenemos muy claro todo. me gusta involucrarle en mis proyectos cuando lo necesito y en su momento le animé a que se hiciera operador de drones. Es muy inteligente y flexible y tiene sus ideas muy claras.
¿Le ha quitado el sueño el tema de la maternidad?
No conozco a ninguna mujer que en algún momento no se lo haya planteado. Pienso que es un problema sin resolver compaginar trabajo y maternidad. A eso se une que nunca he tenido o la estabilidad de pareja o las agallas de las mujeres que se lanzan a una maternidad en solitario.
¿Cómo le gustaría su boda?
A lo grande. Lo haré una vez en la vida y quiero que sea con toda mi gente y poder invitar a una gran fiesta sin necesidad de regalos. Lo que tengo claro es que jamás le pediría matrimonio. En esos temas soy muy clásica y lo quiero vivir al modo tradicional con anillo y rodilla en suelo.
¿Cómo se conocieron?
Fuimos novietes de adolescentes y nos reencontramos pasado el tiempo. En su día era muy 'golfete' de la pandilla de Pocholo y Colate y nos hemos reencontrado los dos ya con los deberes hechos. Hoy sé que ya nunca se va a ir de mi vida y mi familia le tiene adoptado. Es verdad que la vida te da sorpresas, pero estoy casi segura que después de ocho años juntos y muchas pruebas superadas será para siempre salvo que aparezca Brad Pitt (risas).
¿El 2022 puede ser la boda?
Puede.