Felipe Juan Froilán y Mar Torres vuelven a conocerse
Se da el regreso de novios cuando, en rigor, nunca se acabó de anunciar del todo la despedida
Lunes
Han vuelto Felipe Juan Froilán y Mar Torres . Se da el regreso de novios cuando, en rigor, nunca se acabó de anunciar del todo la despedida. Pero ahí están, contentos de volver a conocerse. Ahora, con la vuelta al amor, sabemos que ese amor lo detuvieron hace año y medio. Fue entonces cuando empezamos a saber más cosas de Mar, porque de Froilán ya sabíamos mucho, o bastante. Mar se hizo enseguida unos apaños de cirugía estética, y parecía otra, la verdad. Casi al tiempo, abrió para la afición su perfil de Instagram, donde lucía esas novedades, a bordo de un bikini escueto, o sea, apoteósico. De modo que la chica pasó de mona a monísima, coincidiendo con la inauguración de su Instagram para todos. De este alarde, que es exhibición, dedujimos dos cosas. Cosa primera, que la chavala se apuntaba a la lámina de influencer, que consta, abreviando, de silueta de lolita, ropa poca, y gafas de amplia carrocería. Cosa dos, que igual Mar ya no era novia de quien había sido novia, porque a Froilán no se le veía en el Instagram de la nueva Mar, con lo que además estábamos ante una celebración de soltería, así por lo discreto, o lo secreto. Eso se acabó. Son pareja de verano con vistas al invierno.
Martes
Por cierto, Froilán se está pensando si acudir o no acudir al programa de David Broncan o, ‘La resistencia’. Sin novia, obviamente. La invitación la hizo el propio David, dándole un susto de alegría a Froilán, muy fan del espacio.
Miércoles
Desiré Cordero es una sultana rubia que ganó el campeonato de Miss Universe Spain (se escribe así, sí), que fue el relevo de Miss España cuando se acabó el Miss España. Ahora Desiré se renueva, como noticia, porque es novia de Mario Casas . Eso se cuenta. Son el romance sorpresa del verano, que se dice en las peluquerías, con sostenida candidez, porque todo romance es una sorpresa. El concurso de Miss España tuvo velorio en el BOE, porque no quedaba un euro. Después renació de algún modo, porque se inventó el Miss Universe Spain, que viene a ser lo mismo, sólo que tirando de diccionario inglés, y algo de tesorería. La Miss siempre ha ido a más, pero se había quedado en menos. Hasta que, de pronto, salió al panorama Desiré Cordero, nueva Miss España, cuando Miss España ya no existía. Desiré compone mucha lámina de sueca de Sevilla, y aupó un poco aquel concurso nuevo, pero tan antiguo, que se había quedado en un picnic de bikinis de floja portada, y no en aquel espectáculo que descubría, cada año, a una pletórica muchacha ilusionada para la moda, o los platós, como Eva González , Remedios Cervantes, o Helen Lindes. Ser Miss, cuando el título era importante, constaba de corona que se cae, lagrimón porque has ganado, y olvidar al novio en el pueblo, para venirse a Madrid a conocer golfemia. La novia de Mario Casas, Desiré, aupó en su momento el Miss España cuando eso ya no existía. Logró que regresara, por una temporada, el pasado de las alegres muchachas en flor que quieren un futuro en las variedades. Y un ramo de interflora, por el premio, para la madre.
Jueves
José Luis Moreno ha salido de su casa para presentarse en el juzgado, según exige la causa que le investiga. Los últimos datos son apabullantes. Pudiera ocultar en el extranjero más de cuatrocientos millones de euros. Todo, haciendo un teatro inverso: no montaba espectáculos, los fingía.
Viernes
Barack Obama iba a celebrar su cumpleaños con gran fiesta populosa , incluyendo famosos, aunque el más famoso es él, obviamente. La cosa iba a ser en su casa, en Martha´s Vineyard, en Massachusetts, que es mucha casa, porque da para reunir a los 500 invitados previstos. Pero al final la fiesta se canceló, pretextando que el covid es mucha amenaza. Suena a excusa política y obligada de última hora, y a lo mejor lo es. No tendremos imágenes de esa fiesta, que se ha cumplido, pero en plan íntimo . Sí hemos visto algunas fotos de Obama y su esposa, Michelle, a la que teníamos olvidada, aunque no tanto. Michelle es la primera afroamericana que triunfó de consorte en la Casa Blanca, y si se pone un traje de Thom Browne, por ejemplo, como en el día inaugural del segundo periodo presidencial, no llevan luego el trapo histórico al tinte sino a un museo. Quiero decir que Michelle mola. Lo avalan a menudo las encuestas de allí, y se aprecia por los enterados de aquí, que no le quitan ojo, como ella misma a aquella ministra valquiria que quería un retrato de selfie con su marido Barack, durante los velorios de Mandela. Michelle es Michelle. Michelle es mucha Michelle. Yo la veo una mujer apoteósica, pero de cuerpo difícil, digamos. De ahí que evite, con criterio, los modelazos ceñidos, que le quedarían directamente salvajes. Para eso ya está Beyoncé, que es una criatura íntima de la familia Obama, y que lo mismo acude al cumpleaños de Michelle, si incluye guateque. Al de Barack no ha acudido, que sepamos.