Felipe de Edimburgo deja una herencia especial para uno de sus nietos

El pasado sábado la Familia Real británica despedía al Duque de Edimburgo en un funeral al que solo pudieron acudir 30 personas, entre ellas una de las nietas con la que el Príncipe Felipe compartía una afición muy especial, el amor por los carruajes tirados por caballos.

Lady Louise Windsor , de 17 años, hija del príncipe Eduardo, el menor de los vástagos de la Reina Isabel II, habría sido la elegida por su abuelo para heredar los dos ponis y el pulido carruaje verde oscuro propiedad del Duque de Edimburgo. De hecho, según publica 'Daily Mail' , la mañana en que murió el marido de la Reina, la hija del conde y la condesa de Wessex fue vista en Windsor Great Park en su carruaje, cuidando y poniendo a punto a los animales.

El orgullo que sentía el marido de Isabel II por estos ponis quedó patente durante la ceremonia previa al funeral. Formando parte del cortejo fúnebre desfilaron sus queridos caballos tirando del carruaje que él mismo había mandado diseñar hacía ocho años en aluminio y acero.

Ahora, los ponis y el pulido carruaje verde oscuro del príncipe Felipe pasarán a manos de un miembro de la familia que comparte su amor por el deporte de conducir carruajes. Fuentes cercanas a la familia aseguran que será su nieta quien continúe ejercitando regularmente a los dos ponis negros, Balmoral Nevis y Notlaw Storm, en Windsor.

En 2019, el Príncipe Felipe fue fotografiado con orgullo viendo a su nieta participar en una competición de conducción de carruajes en el Royal Windsor Horse Show, en la que quedó en tercer lugar.