La familia de Carlos Falcó se reúne en su funeral un año después de su muerte
Su viuda Esther Doña y sus cinco hijos se reencontraron para rendirle un último homenaje
La vida de Carlos Falcó se apagó solo unos días después del comienzo del estado de alarma, en pleno confinamiento domiciliario. Un adiós frío y solitario, sin velatorio y con un mínimo grupo de personas en el crematorio Sur de Madrid. Ayer, por fin, un año y tres meses después de su fallecimiento a los 83 años por coronavirus, se celebró su funeral con la asistencia tanto de su familia como de ese amplio círculo de amigos que tanto disfrutaban con sus distendidas conversaciones sobre el vino, el campo o los toros.
La misa se celebró en la basílica de San Francisco el Grande, junto a la puerta de Toledo en Madrid, un emplazamiento elegido por sus hijos mayores Xandra y Manuel , puesto que era la que más le gustaba al marqués. Al funeral asistieron también su hija Tamara, los más pequeños; Aldara y Duarte y su viuda Esther Doña, quien en junio se mostró dolida por no haber sido invitada a un homenaje a Carlos Falcó en Madrid Fusión, al que sí asistieron los tres hijos mayores. La familia y la viuda nunca llegaron a congeniar y ayer, durante el funeral oficial, se reencontraron por primera vez tras el fallecimiento del marqués de Griñón en marzo de 2020. En octubre se había celebrado ya una misa funeral, pero las restricciones del coronavirus obligaron a que se redujera al máximo la lista de asistentes.
Aunque Tamara llegó sola, unos minutos más tarde entraba a la basílica su novio Íñigo Onieva. Al funeral también asistieron la Infanta Elena, el duque de Alba, Fernando Martínez de Irujo, Cristina Borbón-Dos Sicilias, Carolina Adriana Herrera, Nieves Álvarez, y Álvaro Falcó , con Isabelle Junot.