El emir de Dubai tendrá que darle a la princesa Haya 650 millones de euros

Una aventura de la princesa Haya con su guardaespaldas provocó según la sentencia la ruptura de la pareja

Ivannia Salazar

El divorcio más caro de la historia del Reino Unido ya tiene sentencia: el emir de Dubai tendrá que pagarle a su ya ex esposa, la princesa Haya, nada más y nada menos que 554 millones de libras esterlinas, es decir, uno 650 millones de euros , una cifra que sin embargo está debajo de los 1.400 millones de libras que exigían sus abogados.

La princesa Haya bint Hussein, de 48 años, huyó de Dubai en el 2019, ya que, según explicó, temía por su vida y por la seguridad de sus hijos, Jalila, de 14 años, y Zayed, de 9. El juez británico responsable del fallo, Philip Drury Moor, consideró que el jeque Mohammed Al Maktoum debe abonar 251 millones que serán destinados exclusivamente a cubrir los gastos de seguridad de la familia. «Dado su estatus y la amenaza general de terrorismo y secuestro que afrontan, son particularmente vulnerables», sentenció el juez, que añadió que por tanto «necesitan un alto nivel de seguridad para continuar a salvo» en territorio británico. Además, consideró que «la principal amenaza a la que se enfrentan proviene del propio jeque».

En una audiencia anterior en el Tribunal Superior, se determinó que el emir ya había devuelto a la fuerza a Dubai a las princesas Haya y Shamsa, sus hijas con Huriah Ahmed al M’aash, otra de sus al menos seis esposas, cuando ya habían logrado escapar de los Emiratos Árabes Unidos. Una de ellas fue secuestrada por agentes del emir cuando estaba en un barco cerca de la India, y la otra vivía en Cambridge. Haya temía que ella y sus hijos sufrirían la misma suerte.

En la sentencia, de 73 páginas, también consta que la princesa desembolsó siete millones de libras a tres miembros de su personal que la extorsionaron con hacer público el romance que mantuvo con su guardaespaldas británico, Russell Flowers, durante dos años. Precisamente fue esto lo que, según la justicia británica, provocó la ruptura del matrimonio tras 16 años y que el emir emprendiera una dura campaña de intimidación contra su entonces esposa, que incluyó que le dejaran una pistola cargada en su almohada o que un helicóptero aterrizara en su residencia con agentes que la amenazaron con llevarla a una prisión en medio del desierto. En una sentencia de marzo del año pasado, la justicia del Reino Unido le dio a la princesa la custodia de sus hijos tras considerar probado el riesgo que corrían con su padre.

El resultado final de este larguísimo proceso legal, que ha costado más de 140 millones de libras, supone un espaldarazo para la hermana del rey Abdalá de Jordania, que podrá continuar su vida en la capital británica en su mansión de 100 millones de libras junto al Palacio de Kensington. Y aunque la suma del divorcio suena desorbitada para el resto de los mortales, no es mucho para el emir, de 72 años, cuya fortuna está estimada en cinco mil millones de libras. Según el juez, «el dinero nunca fue un problema durante el matrimonio» y la familia había disfrutado de una «riqueza excepcional» y un «nivel de vida notable», por lo que detalla que 20 millones son para compensar las joyas y la ropa de lujo que Haya tuvo que dejar atrás al huir de Dubai.

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