El drama de Mayra Gómez Kemp: sola y sin salir de casa
Todavía sin reponerse de la muerte de su marido, Alberto Berco, ha asumido que el cáncer la retiró de la televisión
![Mayra Gómez Kemp](https://s2.abcstatics.com/media/gente/2021/09/24/mayra-kggD--1248x698@abc.jpg)
Mayra Gómez Kemp es un mito vivo de la televisión. Ese rostro amable que reunió frente a aquella pequeña caja de colores a millones de telespectadores que disfrutaban viendo el concurso ‘Un, dos, tres’ y que el próximo miércoles juntará a algunos de sus legendarios protagonistas en un evento muy especial. La voz de Mayra suena afligida al otro lado del teléfono. La muerte en enero de su marido, Alberto Berco , le sumió en una profunda tristeza de la que parece difícil reponerse: «Era todo para mí. Falleció cuando llevábamos cuarenta y ocho años juntos, toda una vida, y estaba profundamente enamorada de él. Y, aunque haya muerto, sigo enamorada de él, eso no lo puedo ni quiero cambiar», reconoce.
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Kemp lucha contra la soledad desde la vivienda de Madrid en la que todavía convive con los recuerdos de su esposo: « No he podido ni siquiera sacar su ropa de los armarios . Daría lo que fuera por estar un minuto con él», reconoce con la voz quebrada. Es difícil no lagrimear al escucharle narrar el calvario que llegó con el adiós de Alberto en plena pandemia por el coronavirus: «Lo dejaron morir, me lo dejaron tirado como una colilla. Los médicos no sabían ni siquiera si podían traerme una ambulancia y acabó muriendo aquí, en casa. Me quedé totalmente sola, tuve que llamar a alguien para que sacara el cadáver y lo quemara», confiesa con evidente angustia.
Desde entonces, Mayra apenas sale de su casa. Superviviente de un cáncer de lengua, sus médicos le han pedido que sea cauta al relacionarse socialmente pero su decisión esconde un desanimo general que preocupa a este que les escribe: «Hay días que no hablo con ningún ser humano salvo con las hijas de mi marido que me llaman para saber cómo estoy. No salgo de casa porque, ¿a dónde voy a ir yo en estos momentos? Sinceramente, no me apetece en absoluto y todavía tengo muchísima burocracia que resolver, pagar el impuesto de sucesiones…».
Mayra no está sola. Dos de sus mejores amigas, Beatriz Carvajal y Fedra Lorente, han querido visitarla en varias ocasiones, acompañarla en su duelo, guiarla y ayudarle a sanar: «Pero no se puede, estamos viviendo una pandemia muy complicada y para protegernos es mejor que no vengan, aunque se lo agradezco muchísimo». A pesar de que se ruboriza cuando se le recuerda la impronta que dejó en los medios, sabe que el público la recuerda y anhela: «El mejor premio que se puede tener es el reconocimiento de la gente, y yo sé que ese lo tengo. Yo no decidí retirarme, sé que el cáncer me retiró. He asumido que no hablo bien y que eso supone un problema porque yo antes tenía una dicción perfecta», dice con admirable resiliencia antes de reconocer que sigue luchando «porque mi marido sé que desearía que yo estuviera bien. Resisto solo por él . Tengo momentos muy bajos y prefiero no seguir contando».
![El drama de Mayra Gómez Kemp: sola y sin salir de casa](https://s1.abcstatics.com/media/gente/2021/09/24/mayra2-kggD--510x349@abc.jpg)
Silencio. Mayra suspira profundamente, contiene el llanto e intenta desdramatizar: «Gracias al esfuerzo de toda una vida, al menos puedo decir que no tengo problemas económicos, estoy jubilada, tengo una pensión y ya pagué la hipoteca. En eso puedo estar tranquila». Tal vez por eso no tiene necesidad de aceptar las propuestas de trabajo que le llegaban hasta hace poco: «Ahora mismo no hay hueco para mí en televisión porque yo no he sabido nunca moverme entre conflictos. Tampoco estoy dispuesta a ir a un reality show y te puedo asegurar que me han ofrecido muchísimo dinero , pero yo quiero hacer otra televisión y sé que no es el momento». Ojalá pronto lo sea.