David Bustamante pierde el juicio contra su exrepresentante
«No quiero saber nada de él», dice Francisco Manjón, tras celebrar el fallo con su mujer e hijas
Lo primero que hizo el que fuera el hombre de confianza de David Bustamante , Francisco Manjón , al enterarse de que la justicia había fallado a su favor en la demanda que el cantante le puso en 2015 –por la que pedía doce años de cárcel y una indemnización de 450.000 euros–, fue coger a su mujer e hijas y marcharse a una casa en el campo para celebrarlo en paz e intimidad. Hace cinco años que Bustamante decidió denunciarle tras recibir una inspección de Hacienda por la que tuvo que pagar una suma cercana a la que solicitaba.
Bustamante acusaba a su exrepresentante de administración desleal , estafa, falsedad documental y negligencia profesional, delitos que el juez no admitió a trámite. Para tranquilidad de Manjón los dos fiscales que vieron la causa siempre dijeron que había que absolverle pero eso no quita que el miedo que ha vivido durante estos años le haya pasado factura a su salud mental: «En los dos años y medio últimos he necesitado hacer tratamiento por ansiedad y depresión y sigo tomando ansiolíticos y antidepresivos. No todo ha sido horrible en estos años pero el tener siempre en la cabeza este proceso me ha impedido disfrutar de familia y trabajo. Me ha hecho ser diferente y te aseguro que me ha destrozado la vida».
Con esta sinceridad habla hoy Manjón y eso que la paz que siente tras saberse libre de culpa hace que vea la puerta de salida a lo que considera que ha sido un «infierno» . «Cuando me llamó el procurador fue una alegría y me dio mucha serenidad, pero es enorme la decepción que siento y el dolor de todos estos años de alguien a quien tanto he querido. Te aseguro que hoy mi sentimiento hacia David es de absoluta indiferencia y ni tan siquiera tengo nada que perdonarle porque me educaron en que vivir con rencor sólo hace daño a quien lo siente. De David no quiero saber nada y sólo espero que se olvide de mí para que yo haga lo mismo», añade.
No esconde la rabia que sintió cuando tras el juicio vio como la otra parte filtraba la información a una revista haciendo público algo que él había mantenido en secreto durante estos años. «No se lo perdonaré nunca. Al acabar el juicio todos teníamos bastante claro que iban a declararme inocente y por eso me ha parecido muy rastrero que lo filtraran a los medios para hacerme daño. El día que salió la noticia me llamó la persona que lo había hecho (Gustavo González) y tras decirme que los abogados de David se lo contaron a esa publicación solté toda mi rabia y dije cosas muy fuertes motivado por la ira. Dije que podía hablar de mucho de lo que había vivido pero la verdad es que no he contado absolutamente nada. Fue una reacción ante esa filtración tan sucia que me perjudicó mediáticamente », se justifica. A día de hoy Manjón repite que «no hablaré de David pero si me ataca me defenderé en los tribunales».
Manjón no quita responsabilidad al cantante al asegurar que por mucho que le hayan influido sus nuevos abogados a la hora de denunciarle y pedir esa pena tan grave «yo soy abogado y sé que al final es el cliente quien tiene la última palabra», explica. En esta tormenta de sentimientos encontrados que vive tras conocer el veredicto, es sincero al comentar que «han sido tantos años juntos –desde 2002 hasta 2015, y tanto lo conseguido–, que no puedo olvidar todo de golpe pero en mi corazón sólo hay decepción».
La relación profesional entre el cántabro y el abogado andaluz comenzó durante la primera edición de ‘Operación Triunfo’. «Me enganché al concurso como tanta gente y en seguida me fijé en David porque me recordaba en muchas cosas a mi forma de ser. Compartía sus valores por la familia y el esfuerzo y como tenía un blog donde comentaba ese programa empecé a dedicarle muchos artículos que leía cada vez más gente. A su familia le debió gustar porque me llamaron y tras conocernos en seguida me puse a trabajar con David. He sido su hombre para todo. Su asesor fiscal al principio (en los últimos años encargaron ese servicio a otra asesoría) a su representante, hombre de confianza, persona ante los medios, vigilaba contratos….». Fueron años en los que Manjón no paró de viajar de Jaén a Madrid o donde hiciera falta sin atender apenas el despacho que comparte con su mujer y dos socios . «Nunca olvidaré lo que he vivido en 2015. En enero falleció mi cuñado, días después mi padre y al poco tiempo la demanda de David. Después de que me mandara un burofax me llamó por teléfono pero noté que me estaba grabando y le dije que sólo hablaríamos en los tribunales. Sentí que me estaba haciendo una trampa», recuerda.
Manjón no sólo ha vivido las luces del artista sino también los momentos más delicados de un divorcio que guarda muchas más aristas de las que han querido contar. «Nunca hablaré de esas cosas por el respeto y cariño que siento hacia su hija, algo que él no ha hecho con las mías a las que conoce perfectamente», dice. «El calvario que han vivido mis hijas por su culpa jamás lo olvidaré». Hoy el exrepresentante sólo desea recuperar su vida, su estabilidad mental y cerrar esa etapa para siempre. No cree que recurran esa sentencia pero tampoco le asusta. «Si no me da motivo no hablaré nunca», insiste. En cuanto a escribir un libro en el futuro sobre lo que ha vivido es algo que no ha pensado y, por tanto, tampoco ha descartado.
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