Charo Reina: «Mi segundo matrimonio me destrozó, aún tengo miedo a iniciar una relación»
La actriz y cantante asegura tener completamente cerrada la puerta al amor, aunque reconoce haber tenido «algunas alegrías»
Charo Reina no para quieta. Hace sus bolos en televisión, promociona el corto ‘Votamos’ con el que va a los Premios Goya y tiene pendiente el estreno de dos películas, ‘Con los años que me quedan’, de Frank Ariza , y ‘De caperucita a loba’, de Chus Gutiérrez . Y todavía encuentra tiempo para trabajar en una función, ‘¡Qué noche mala noche, maricón!, versión actualizada del monólogo de Eduardo Mendicutti . Y AVE para arriba, AVE para abajo.
Ha pasado una pandemia desde que sus padres fallecieron, pero «el vacío me han dejado es tan grande que no me acostumbro», confiesa todavía marcada por el dolor. «Mi madre era mi gran cómplice, era a quien le contaba todo, porque mi padre no quería que yo me dedicara a esto. Él sabía los sacrificios que hay que hacer y no lo quería para mí. Estuvo muchos años sin venir a verme al teatro. Hasta que salí en la tele, me vio y se emocionó porque se sintió muy orgulloso». Charo no puede evitar llorar al recordarlos. «Mi madre se fue primero y diez meses después, el día de los enamorados, mi padre se murió en mis brazos. Yo estaba con él. Fui a prepararle unas papas fritas con huevo, pero me dijo ‘Estoy muy malito, quiero que me abraces.’ Yo le abracé, se echó en mí y se apagó». Ahora, la actriz y cantante vive en la casa que sus padres le dejaron en Sevilla: «Siento su presencia en cada rincón. A veces, por la noche, me despierta su olor. Estoy en la cocina y empiezo a reírme yo sola porque me vienen a la cabeza sus discusiones, que parecían diálogos de los hermanos Álvarez Quintero ». A esos hermosos momentos se aferra para superar la pena.
De su carrera musical, Charo se siente especialmente orgullosa de ‘Amanecí otra vez’, donde se entregó a los clásicos latinos que le entusiasman, pero el título de su último disco, ‘Loca, gamberra y canalla’, dice también mucho de ella: «Tengo un poco de todo, aunque de loca tengo menos de lo que parece. Tengo muy claro lo que quiero. Y hay que ser un poco gamberra y canalla o te aburres en esta vida», aclara.
De su primer matrimonio se queda con su hijo Arturo (34) y una bonita amistad: «Soy consciente de que fue culpa mía porque yo era muy joven e inmadura, pero nos quisimos mucho. Y nos seguimos queriendo, a nuestra manera». De su segundo marido prefiere olvidarlo todo. Todo menos a su hijo, Fran , «lo más grande que me ha pasado en la vida en estos últimos 30 años». El mayor es biólogo y el benjamín, abogado. Ambos trabajan juntos en un proyecto deportivo internacional. Charo reconoce que este último matrimonio fue muy duro: «Me destrozó. Y lo voy a decir por primera vez, por su culpa aún le tengo miedo a iniciar una relación. Me hizo mucho daño, tanto física como psicológicamente, y tengo algo ahí clavado que no se va. Por culpa de ese miedo perdí al gran amor de mi vida, Pablo, un hombre maravilloso que me decía, ‘lo que te han hecho a ti lo estás pagando conmigo'». Charo tiene cerrada esa puerta, pero reconoce que a veces se asoma a la ventana: «Algunas alegrías de unos meses he tenido, pero el amor verdadero ya pasó».
‘La Chari’ cómica
Con dos añitos, ‘La Chari’ ya daba muestras del arte que corría por sus venas. Podemos verlo en esta foto tomada en la playa de Regla, en Chipiona, cerca del Santuario y de Villa Reina, la casa familiar en la que todos veraneaban a la sombra de la gran Juanita Reina. «Es increíble la cantidad de recuerdos que guardo. Me vienen imágenes correteando por los pasillos, perdiéndome entre las rocas mientras yo misma me perdía en mi mundo de fantasías… Recuerdo a mi madre volviendo de la playa con su pañuelo. Y de cómo me entretenía montando funciones de teatro con los cortinajes y el vestuario de los espectáculo de mi tía». Era artista, pero también ‘negocianta’ : cobraba unos reales por la entrada a los niños del barrio. «La interpretación era mi veneno, ya me lo dijo ella. Yo nunca pedía muñecas para Reyes, las odiaba. Yo quería libros de dioses, mitos y leyendas. Una vez leí algo sobre el león del Atlas que me impresionó tanto que no paré hasta viajar a la cordillera. Soy una mujer que cumple sus sueños, pero con un punto aventurero».
Consejos para Rocío Carrasco y Kiko Rivera
Charo Reina ha sido íntima amiga de Rocío Jurado , «junto a la que crecí al lado de sus hermanos Gloria y Amador », y de Isabel Pantoja , aunque hace tiempo que no habla con ella: «Perdí su teléfono y no he podido darle el pésame por la muerte de su madre, a la que tanto apreciaba». Sabe que la huella de ambas amistades la llevan en muchas ocasiones a estar en el ojo del huracán: así, fue la elegida por ‘Sálvame’ para entonar ‘Como una ola’ sobre un puente mientras desfilaban los camiones de la mudanza con los enseres de ‘La más grande’. No puede evitar actuar como una madraza y tiene mensajes para los hijos de ambas estrellas.
«Como superviviente de una relación tóxica con malos tratos, la ‘docuserie’ de Rocío Carrasco me dejó impactada. Yo a esa niña la he visto crecer. Y entiendo su testimonio como nadie porque sé el dolor por el que ha pasado», comenta Charo. «Pero si yo tuviera ocasión de hablar con ella a solas, le diría que los hijos están por encima de todo y que a los 16 años todos hemos podido hacer daño a nuestros padres. Todos. Pero los hijos son lo más grande que nos da esta vida y hay que saber perdonar. Tiene que hacerles caso. Rocío debe recordar que ella también hizo sufrir a su madre con sus decisiones».
Charo ha visto la entrevista en dos entregas a Julián Muñoz y muestra su apoyo a Isabel: «Conociéndola, feliz no puede estar. Ha pagado, ha cumplido su pena, tiene derecho al perdón y no se puede consentir este constante vapuleo ni castigar así a un artista como ella, que tiene que seguir regalándonos su arte. Ahora es el momento de arroparla». Por esa razón, Charo cree que Kiko Rivera se está equivocando: «Cuando ella se vaya y no pueda disfrutarla, será consciente y se arrepentirá, pero será tarde. Yo he hablado con él y se lo he dicho. Que vaya a Cantora, que la recoja y se la lleve para estar los dos solos charlando, cerrando heridas. Incluso le propuse que se la trajera a una de las exclusivas villas del hotel On OceanFront, en Matalascañas (su hermano es el director), donde ahora se ha refugiado para preparar su próximo disco. Pero nada…».
Charo no comparte el argumentario de que una madre artista no puede educar a un niño, poniéndose como ejemplo: «Yo he estado de gira, me pasaba el día fuera, pero luego hacía los deberes con mis hijos por teléfono. Los dos tienen la cabeza bien amueblada, con sus carreras y con un corazón que no les cabe en el pecho. Y su madre es sagrada para ellos. Que nadie me roce porque los tendrá enfrente como un muro, protegiéndome». Por eso, insiste en que Kiko debe entender la situación por la que atraviesa la Pantoja: « Está anímicamente débil . Pasar por la cárcel es duro para cualquiera, pero para una mujer como Isabel, con su trayectoria, es mucho peor. Su hijo tiene que apoyarla, pase lo que pase».